
Pactos de La Moncloa
La vida es un suspiro, pero un largo y tortuoso suspiro. Ha presentado D. Ramón su libro ‘Ni Mussolini ni Franco: Primo de Rivera’. ¡Cuánto ha llovido desde aquella leal militancia en el PC de Santiago Carrillo! Cuando mentar a Franco era como mentar a ‘la bicha’. Vivir tantos años en y de esas convicciones para acabar renegando del socialismo de Z y reconociendo algún mérito no solo al dictador Franco, sino también a Miguel Primo de Rivera, dictador aliado al PSOE. ¡Quien nos lo iba a decir! Quien nos iba a decir que vendría alguien a hacerle bueno a la dictadura, el refrán de :"Otros vendrán que bueno te harán". Y sí, vinieron. Y aquí están para gloria de nadie y desgracia de todos. Aquí, en plena "democracia". Los mismos que comparten ideología, afinidades, métodos y procemidimientos, con personajes tan 'insignes' como Hitler, stalin, Mao, Pol Pot -todos ellos protagonistas de grandes matanzas de ciudadanos que muy probablemente fueron acusados de 'derecha extrama'- y hasta alguna dictadura bicéfala como la compartida con D. Miguel Primo de Rivera, como dictador asociado y que 'la memoria histórica' de la época, le cargó la dictadura a Él solito.

Legalización del PCE. Ramón Tamames con la bandera del partido
Siempre se distinguió D. Ramón por su sensatez y discurso culto, lúcido y distendido, alejado de l a abundancia del fanatismo de los inútiles. No eran pocos los que se preguntaban ¿¡Qué pinta este señor en ese partido!? Finalmente, un día, sale discretamente haciendo mutis por el foro. No tengo duda de que su querencia por la izquierda solo estaba fundamentada en la buena fe de creer que en ella estaba la esperanza de un pueblo que salía de cuarenta años de dictadura. No fue él solo. También Rafael Alberti cometió ese error, aunque este rectificó de inmediato renegando y dimitiendo, como diputado en Las Cortes por Cádiz, en la segunda sesión democrática del congreso. También Carrillo llegó a protestar por el rumbo que la democracia marcó claramente hacia la consolidación de las vividurías del estado a costa de estafar y expoliar a la nación, 'siendo perjudiada la clase trabajadora, hasta vivir mucho peor que con la dictadura', según sus propias palabras. Pero ‘descansó’ hasta que se le pasó y chupó poltrona hasta hoy, mostrándose, finalmente, como un ferviente amante de ella y del mayor garante poltronero de todos los tiempos, en España y me atrevo a asegurar que en Europa. Nunca más se volvió a mostrar afectado ni se dignó recordar las grandes dificultades que empezaban a acuciar a la clase trabajadora, ni dentro ni fuera del Emiciclo.

Ramón Tamames, Armando López, Ignacio Gallego y Eugenio Triana, brindan por la legalización del PCE
Bienvenido a la realidad D. Ramón. Vivió Vd. gran parte de su vida como militante comunista, para acabar aterrizando en la realidad, aunque lo siga siendo. Ahora tendrá que asumir el duro trago de asumir que la realidad en España, no tiene solar sobre el que asentarse. O se suma a la gran coalición poltronera autodenominada como izquierda (izquierda-izquierda unos, aberchales otros, y republicana los de más allá. Algunos, los más osados, aún se atreven a ser izquierdas comunistas. Pero todos tienen en común su amor al € y al coche oficial. No falta quién tapa las goteras de su ‘pisito oficial’, con fajos o fardos de 250.000.- €) o tendrá que aprender a sobrevivir acosado y perseguido, incluso zarandeado, por las hordas de las diferentes caleborrocas de las diferentes izquierdas que le llamarán fascista y franquista, humectándole la cara cuando los espumarajos que les dirijan al alma, se estallen en su rostro. Ahora sí que ha mentado a la 'bicha' y además ha osado criticarla. No tardará en ser señalado por el gran capo de la alianza de las distintas ‘familias’ que regentan o acaudillan distintas vividurías. De todas esas organizaciones o bandas, organizadas para el expolio facilitado por la represión contra la ciudadanía pagana y no vividora, y las revueltas programadas por sus agitadores nazis del nuevo orden nacional-socialista. De toda esa morralla de la que Franco nos protegió, a duras penas, condenándolos a más de cuarenta años de honradez forzosa. Ahora la evidencia rompe caretas y descubre la fealdad de nuestro grave error bajo la luz que lo alumbra, aunque ya se sospecha desde hace algunos años. Error que desde hoy mismo, Vd. Empezará a pagar su parte.
Durante muchos años se ha mantenido alejado del avispero de la política. Ahora vuelve a él desde fuera de ella. Como ciudadano 'mortal' desamparado e indefenso entre muchos millones de víctimas, en su previsible situación. Bienvenido a la cruda realidad, D. Ramón. Aquí estamos para lo que guste compartir, bueno o malo.
Clandestino