¿Tendrán hijos o nietos, estos mercaderes de vidas? ¿Sabrán estos algún día, que sus vidas fueron alimentadas con las de cientos o tal vez miles, de muertes? ¿Perdonarán a los que lo hicieron y a los que lo consintieron? ¿Hay un solo inocente entre todos los culpables omisos que lo permitimos? ¿Nos asiste algún derecho para renunciar al deber de defender y amparar la vida?
¿Qué Pasa con el juramento hipocrático? ¿Es también una monserga fascista?

"En el momento de ser admitido como miembro de la profesión médica, ante mis maestros y en esta Facultad de Medicina que me enseñó todo cuanto sé, juro que:
1. Consagraré mi vida al servicio de la humanidad.
2. Guardaré a mis maestros el debido respeto y gratitud.
3. Practicaré mi profesión con conciencia y dignidad.
4. La salud de mis pacientes será el objetivo prioritario de mi trabajo.
5. Respetaré los secretos que me fueren confiados en todo aquello que con ocasión o a consecuencia de mi profesión pudiera haber conocido y que no deba ser revelado.
6. Consideraré a mis colegas como a mis propios hermanos y no formularé a la ligera juicios contra ellos que pudieran lesionar su honorabilidad y prestigio.
7. No permitiré que prejuicios de religión, nacionalidad, raza, partido político o nivel social se interpongan entre mi deber y mi conciencia.
8. No prestaré colaboración alguna a los poderes políticos que pretendan degradar la relación médico-enfermo restringiendo la libertad de elección, prescripción y objeción de conciencia.
9. Guardaré el máximo respeto a la vida y dignidad humanas. No practicaré, colaboraré, ni participaré en acto o maniobra alguna que atente a los dictados de mi conciencia.
10. Respetaré siempre la voluntad de mis pacientes y no realizaré ninguna práctica médica o experimental sin su consentimiento.
11. No realizaré experimentos que entrañen sufrimiento, riesgo o que sean innecesarios o atenten contra la dignidad humana.
12. Mantendré la noble tradición médica en lo que a publicidad, honorarios y dicotomía se refiere.
13. Procuraré mantener mis conocimientos médicos en los niveles que me permitan ejercer la profesión con dignidad y seguridad.
14. Si llegado el día en que mis conocimientos o facultades físicas o sensoriales no fueran las idóneas para el ejercicio profesional no abandonase éste voluntariamente, pido a mis compañeros de hoy y de mañana que me obliguen a hacerlo.
15. Hago estas promesas solemne y libremente, bajo Palabra de Honor, en memoria de todos los que creen o hayan creído en el honor de los médicos y en la ética de sus actuaciones."
(NOTA: tuvo su origen en Hipócrates, pero fue ampliado o revisado por la posteridad)
Clandestino