domingo, noviembre 27, 2005

La razón de la sinrazón que nos priva de la razón.

“El Mundo 27 Noviembre 2005

"La definición de terrorismo atasca la cumbre Euromediterránea."

"...por culpa de la oposición de algunos países árabes..."”

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La definición de terror, terrorismo o terrorista, plantea un gran problema dada las diferencias, no solo de concepto sino de puro interés. Desgraciadamente hay que cambiar el sentido de la verdad, de la razón, del derecho, de la legitimidad y hasta de la gramática, para salvar de la horca a los cuatreros.

Naturalmente todo esto pasa por la correspondiente tomadura de pelo al personal, tanto al directamente implicado y afectado, como al atónito ciudadano mundial que contempla estas maniobras surrealistas que dejan claro el concepto de idiotas que los idiotas de la política tienen de los demás.

Como empieza a ser podrida y apestosamente habitual, la culpa es de las víctimas. No es terrorismo invadir, destruir, robar, torturar, gasear, violar todos los derechos habidos y por haber, sin ninguna causa que lo justifique, por parte de los unos; pero sí lo es ejercer el inalienable derecho a legítima defensa, por cualquier medio ante una fuerza desmesurada y criminal, para recuperar la soberanía, proteger las vidas, la dignidad y los recursos, por parte de los otros.

Como es podrida y apestosamente habitual, los voceros pro-cuatreros también aportan su granito en esto de consolidar el mundo al revés. También para ellos la culpa es de las víctimas. Esos "terroristas cerdos y canallas" que tienen la osadía de defenderse despreciando el alto honor de ser invadidos, humillados, robados, vejados y torturados hasta morir, a manos del amo y señor de lo supremo.

Como es podrida y apestosamente habitual, los miles de personas que en todo el mundo apoyan y defienden la justicia desde el derecho y las libertades y están radicalmente contra sus violadores, sean quienes sean y de donde sean, no son representativos ni son legítimas sus opiniones o reivindicaciones, "porque solo son unos progres de mierda movidos por nuestra condición de fanáticos anti-americanos, anti-semitas, anti-etc.".

Las leyes y la justicia quedan deslegitimadas bajo el muy bien implantado y manipulado concepto de que estos derechos son inherentes a individuos que se descalifican por su condición de "anti-..." Calificando a alguien como anti-americano, se deslegitima, por tendenciosa, su reivindicación quedando impune el objeto de la misma, bajo una, extrañamente aceptada, asociación inseparable entre la justicia y el individuo que la solicita.

No tienes derecho a pedir justicia por los crímenes de Bush porque el hecho de pedirla te convierte “anti-americano”. Se hace creer que agredes a EE.UU y no a un vulgar criminal de esa nacionalidad impidiendo el debate o el juicio riguroso y objetivo sobre el delito desviándolo hacia el totalmente subjetivo y herido orgullo patrio. Eso permitió el engaño a todo un gran pueblo que arropó a un criminal por segunda legislatura.

Si arremetes contra un genocida te conviertes en anti-semita, si este es judío. Automáticamente será arropado y protegido por millones de personas, que habitualmente son respetuosos con las leyes, pero que se sienten aludidos y señalados por su condición de semitas o prosemitas, forzando la impunidad de delitos para los que ellos mismos exigieron leyes para su erradicación. La manipulación y el hábil manejo mediático del tribalismo, permite eludir la justicia por la misma gran mayoría que la quiere y la necesita.

Obsérvese, en España, el caso catalán, el vasco o el del propio gobierno. Obsérvese como el gobierno no solo desampara a miles o millones de españoles sometidos al nazismo vasco y catalán sino que además lo promueve y patrocina para “compensar” la reacción “anti-vasca” o “anti-catalana” de los que denuncian los desmanes y corruptelas de sus socios y de ellos mismos.

El poder de la fuerza decide lo que es justo y lo que no. El poder de la razón es diluido y ahogado, con sus portadores, bajo manipulación mediática, con la única excusa de que pretende derrocar al causante de la sin razón, pero no desde una óptica criminal sino por su condición tribal por ideología, etnia, religión, nacionalidad, condición social, etc. Se hace ver que no se persigue justicia por sus crímenes sino que se persigue al judío, al americano, al musulmán, al cristiano, al británico, al vasco, al catalán, al socialista, a la derecha...

Se arremete contra la justicia, deslegitimándola y descalificándola, porque esta arremete contra los injustos que convierten sus crímenes en algo racial, étnico, religioso o ideológico. Incluso, rizando el rizo, justificando los crímenes porque otros hicieron lo mismo.

Se impone la necesidad de que la gente aprenda a pensar, por sí mismos, y no caer tan fácilmente en las trampas y tretas de sus enemigos. Ese es el desafío de la sociedad ante los que niegan el derecho al conocimiento y al libre albedrío extorsionando la enseñanza de nivel que permita pensar y saber defenderse de la peste que somete y desgobierna. Que invade, roba y veja. Que utiliza los Estados para ejercer el terror sobre pueblos y/o sobre sus propios pueblos. La decencia y la inteligencia debe desbancarla ocupando los gobiernos y enviándola a la mazmorra de donde nunca se les debió permitir su salida.

Es necesario retomar la senda de la cordura y la razón si no queremos seguir pagando y patrocinando nuestra autodestrucción.