domingo, diciembre 13, 2009

Del estado totalitario del Dictador Franco, al uso y abuso criminal del estado democrático de zp.

No hay ninguna duda de las carencias democráticas del estado español, durante los gobiernos del General Franco, como no la hay de la absoluta carencia de la gestión del estado democrático español, desde que tras la muerte del dictador, se aprobara nuestra Constitución, en referéndum popular. La clamorosa desfachatez criminal de zp, desde que ocupara el Gobierno de España, mediante elecciones generales, tras los dramáticos y ‘misteriosos’ acontecimientos del 11 M de 2004, rebasa con mucho la suma de todo lo peor que para el conjunto de los españoles, pudiera haber venido de la mano del dictador, durante sus cuarenta años de dictadura. Nunca jamás nadie podía imaginar que un partido político pudiera organizar e integrar una banda terrorista en el estado, o que alguien con tanto odio, tan inútil y estúpido o subnormal, pudiera entronarse en el Gobierno de España, haciendo un uso criminal y arbitrario del estado y de la ley, con los que se violan derechos fundamentales y constitucionales, privilegiando, discriminando o excluyendo, con el único fin de perpetuarse en él.

Así pasamos de un estado totalitario -cuya gestión a manos del dictador, salvo algún matiz, siempre fue ininterrumpida y absolutamente orientada al interés general de la nación- a un estado democrático cuya gestión empieza a asentarse tímidamente en manos de la corrupción, y acaba de lleno en manos de mafias y bandas, que abarcan todo el espectro delictivo y antisocial, arracimados al chollo facilón del que se decanta como el individuo más nefasto e inútil político de nuestra historia alias zp, que se deja querer por todo vividor, nazi y terrorista, a los que entrega el presente y el futuro de la nación, y que como casta y baja ralea de la peor calaña, fueran acertada, feliz y duramente perseguidas y totalmente erradicadas de cualquier escenario civil y político, durante la dictadura.

España fue regida por una dictadura y sucedida por una concentración de maleantes e inútiles vividores, sin llegar a conocer ni mucho menos disfrutar de una gestión democrática que tan alto precio nos cuesta, además de perder los privilegios que nos permitía una economía franquista sosteniendo una amplia clase media con un poder adquisitivo nunca más soñado, en una España de tan escasos recursos y arrastrando catorce largos años de embargo internacional. Todo gracias a una sólida estabilidad social, política y económica, unidas a un estado austero, pero sobre todo y principalmente a la lejanía entre el cajón del erario de todos y las zarpas de los que hoy se decantan como vividores del saqueo, del crimen de estado, de la mentira y del enfrentamiento nacional, como su única forma posible de vida.

Podemos afirmar sin miedo a errar, que si bien la dictadura gestionó con bastante éxito la economía, infraestructuras, seguridad, derechos y libertades civiles en general, imponiendo respeto nacional e internacional sobre la nación española, fue un lastre para la evolución cultural, social y política, bastante lastrado por una Iglesia penosamente arcaica, engastada como un poder de estado, lo que exigía la necesidad de regirse mediante un estado democrático y aconfesional,(Que no anticristiano) pero en conjunto fue menos perniciosa para la nación, que la subsiguiente impunidad en la continuada gestión criminal de dicho estado democrático, que si bien como tal está constituido, no ha sido ocupado por un solo demócrata, desde su instauración hasta hoy, siendo regido de forma criminal desde la muerte de Franco, y cuyo derrumbe definitivo nos llega de la mano de zp y sus secuaces, con la total entrega de los poderes del estado de la nación, a manos de los más férreos enemigos de la nación, de cualquier forma de justicia, derechos, aptitud política, valores éticos y morales, o decencia, siendo estos el blanco del resentimiento y el bandolerismo oficial y sus múltiples organizaciones bastardas, aliadas o asociadas.

El desastre de muertes y caos en el que la izquierda republicana sumieron a España, hizo inevitable la intervención militar, como mal menor, la cual tras su victoria, se apoltronó sobre una dictadura tan larga como su vida. Cuando esta acabó, nos vino algo que lejos de mejorarlo, lo empeoró en muchas veces, asesorados por una corrupción campante en la UE, en todas sus formas y canteras, bajo una piel democrática, tan falsa como apestosa. Aquella nación española, seguramente ansiaba vivir en la autosuficiencia y la libertad que todo pueblo desea. La nación española de hoy desea con fuerza disfrutar del estado de derecho soportado y vigilado por la democracia que paga y que debe garantizarle las FF.AA y su Jefe Supremo (Art. 8 C.E. 78). Inexplicablemente los criminales, los ladrones, los corruptos y los omisos, siempre terminan llevándonos a la desesperación del desencanto, la estafa y la impotencia de verse presa del crimen de su estado de su propiedad, perpetrado por su personal de servicio y amparados en su seguridad y en su impunidad, por el mismo aparato judicial y por las FSE que pagamos para que nos libren de chusmas como ellos.

Nuevamente la historia se repite. Tras la fiesta democrática del referéndum constitucional del 78, la frustración de la estafa y el tocomocho del fraude criminal de una casta de vividores sin principios ni escrúpulos. Ahora ni siquiera tenemos la esperanza de un ‘Franco’, para que cumpla con su deber de articularse contra el crimen apoltronado en el estado... aunque se perpetúe como dictador contra ladrones, nazis y mafiosos, como hizo Franco. Incluso a riesgo de que la "muy democrática" UE o los EE.UU entre todo órgano "democrático" internacional, lo tache de golpe como a la magistral lección democrática con la que el Estado de Honduras les ha restregado los hocicos a tanto "demócrata" mundial.

Clandestino