domingo, enero 19, 2014

"LA VOZ DE ESPAÑA CONTRA TODOS SUS ENEMIGOS"

"LA VOZ DE ESPAÑA CONTRA TODOS SUS ENEMIGOS"

POR UN PATRIOTA

SEVILLA

Imprenta de EL MERCANTIL, San Eloy 16.
1899.

“Ya hasta los ciegos han visto que en nuestra patria existen muchas instituciones y personalidades inútiles y perniciosas, y otras que es necesario restablecer y dignificar, si hemos de levantarnos de la humillante postración en que nos hallamos.
Por menguados sabios y sectarios de la peor estofa se ha hecho creer á la mayoría del noble pueblo español, que lo pasado era la esclavitud y la ignominia; lo presente la libertad, la honra y la paz, y lo futuro el mayor engrandecimiento y la gloria de España; y cuando al monótono arrullo de esta falsa cantinela política se había dormido la nación española, la despertó de su engañoso sueño el estampido de los cañones enemigos.”



                                           Mapa de corrupción en España.



"Que los desaciertos y graves faltas de muchos españoles han traído sobre España las actuales desgracias, es una verdad tan evidente, que los mismos culpables lo confiesan: pero de las culpas de los españoles no son jueces sus enemigos, que pueden ser, como son en realidad, más culpables que nosotros; y como no sólo se han constituído en jueces, sino en verdugos nuestros, debemos reconocer que Dios ha permitido tan grande iniquidad para nuestro castigo; y para que se manifestase en un gran pueblo toda la hipocresía, mentira y barbarie que encubren con su espléndido ropaje el progreso y la civilización moderna.

Sabemos que á estas verdades y á los altos fines de la Providencia divina, no se dan por muchos la importancia que tienen; pero el mundo nunca se ha regido ni gobernado en lo que es transcendental, por el parecer de los hombres, sino por las leyes del orden superior.

La España oficial, en gran parte, había olvidado estas leyes y quería ser poderosa y prosperar con los errores y las invenciones humanas; así ha caído en tan grande abismo.

¿Reconocerá al presente el orígen de sus desgracias, y se levantará humilde procurando su remedio?

Mucho lo dudamos, porque no parece dispuesta á romper los ídolos que se ha fabricado; y si no interviene la Providencia, todo lo podemos considerar perdido.





Los hombres y los principios que han arruinado á nuestra nación, no pueden ciertamente regenerarla.

Pueden cambiar los hombres, pero no los principios, que son por su naturaleza inmutables: y con doctrinas erróneas y un sistema corruptor, y por lo tanto, desacreditado, como el liberal parlamentario, no es posible que los hombres más hábiles, enérgicos y aun sabios, puedan reconstituir una nación que lleva en sus entrañas el tósigo mortal.



La experiencia proclama esta verdad: que un pueblo no se regenera si no vuelve á los principios y á las leyes que les diera el ser y la vida.
Hay, por lo tanto, imperiosa necesidad de abandonar mentirosos ideales, doctrinas y procedimientos falsos y opuestos al carácter de nuestro pueblo.
Todos los que hablan de regeneración y la quieren, y no tienen valor para renunciar al falso sistema que nos ha dividido y desolado, ó padecen una aberración ó no aman á España.





La obra es grande; todos los españoles estamos llamados á tomar parte en ella, poniéndonos debajo de la bandera de aquéllos ó de aquél que estén elegidos para sacar á nuestra patria del abismo en que se halla.
Contra el supremo interés de la nación, que no se levanten otros intereses: estemos todos dispuestos á sacrificarlo todo por la patria.
Nos parece que desde el fondo de su atribulado espíritu nos dirige este llamamiento para que la salvemos de los peligros que aún la rodean y amenazan.





La voz de España es la que nos llama á la concordia y á la acción generosa; ella conjura á todos los españoles para que acudamos presurosos en su auxilio; ella ruega, suplica y pide á sus hijos que se acuerden de sus grandezas pasadas y de sus males presentes: ella nos conmina para que entendamos que Dios no ha permitido la gran crísis en que se encuentra, sino para excitar el amor de sus hijos y levantarlos de su postración, para que libres de los errores, podamos librarnos de nuestros enemigos; y recobrando las perdidas energías, el valor legendario y el heroismo, mostremos á las naciones que España no muere, que si Dios nos ha castigado, ha sido para salvarnos; y que en tanto que nuestros soberbios enemigos serán humillados, se levantará el león español para volver con sus rugidos á llenar al mundo de espanto y de admiración."

Libro completo y gratis: http://www.gutenberg.org/files/40420/40420-h/40420-h.htm