viernes, octubre 26, 2007

Acceso legal para el uso ilegítimo del Estado indefenso

La cuestión es obtener los resortes políticos para obtener lo contrario de lo que se vende para conseguirlos. En España hay dos grandes partidos. ¿Cómo conseguir que uno anule al otro para alcanzar unos objetivos determinados, totalmente ajenos a los intereses generales? Sencillamente vendiendo intereses generales, por sus canales habituales de sensibilizar a sus electorados que les permita ser elegidos legal y “democráticamente”, para posteriormente poner los poderes del Estado a su única y exclusiva disposición, y sosteniéndose como gobierno legal a pesar de deslegitimarse como tal, ya que nuestra Constitución no impone sanción ni dispone la articulación de mecanismo alguno contra los omisos responsables de velar por la vigencia de las garantías democráticas y por el sometimiento a su legalidad, impunemente infringidas. Tras ser elegidos de forma legal, automáticamente acaba la democracia para dar paso al “todo vale”, a manos del caudillo de turno.

Queda pues el techo de nuestras garantías democráticas a expensas del jefe de cualquier organización que acceda al Gobierno de España, aunque sea delictiva, antidemocrática, nazi, fascista, tercermundista, piratas, mafiosos y/o enemigos de la ciudadanía, que los mantiene y vota, al ser ese jefe la máxima autoridad del Estado, con absoluto poder sobre todos los poderes, para sumir a la ciudadanía en el mas absoluto desamparo e indefensión, física y legal, siendo su piedad o crueldad el único regulador de su humillante sometimiento.

El PP más que representar ideología alguna, apoyado por la Iglesia Católica, se erige en garante y custodio de valores y principios éticos y morales, compatibilizándolos con la formación y sensibilización ciudadana, que los identifique hasta asumir, con total naturalidad, los ineludibles deberes y responsabilidades que cada uno contrae, junto a sus conciudadanos, para el sostenimiento del Estado e infraestructuras necesarias, y el respeto a la legalidad, como conceptos fundamentales para la convivencia, entendiéndolos como posibles y sostenibles en la exigencia de un nivel de formación cultural y cívica, que le conciencie orgullosa y libremente, como un ciudadano digno de una Nación fuerte y respetable. También aglutina a la mayor parte del sector empresarial y de las finanzas, tradicionalmente apegados a la estabilidad de mercado habitualmente ofertada por los gobiernos de derechas. Esto le permite ahorrarse el expolio sobre los más deprimidos, obteniendo sus lucros de sus propias fuentes.

Este pragmatismo de la derecha es fácilmente derrotado en las urnas, por el relativismo hedonista muy bien vendido, como progreso, bajo un atractivo aspecto semianarquista, por el PSOE, erigido en garante y custodio de todo lo que le suene bien a cualquiera que los quiera oír, y que tanto voto le reporta. El bochornoso proceso de ‘desculturización’, que nos ha puesto a la cola de Europa, en fracaso escolar, es la mayor fuente de votos que nutre al PSOE de ‘Z’. Fracaso escolar traducido al castellano tradicional, significa ignorancia en todas sus clases y niveles. Desde esa ignorancia es fácil enganchar a millones de incautos a una ideología, hasta su total fanatización, de la que jamás se beneficiarán ni habrá nadie dispuesto a practicar, desde este gobierno. Los que lo han intentado han sido pasados por la ‘quilla’ del ‘baranda’. Venderles una forma de vida paradisíaca con pocas obligaciones ni ataduras, incluidos, estudios o respeto a las normas mínimas de convivencia y a la legalidad democrática, es un juego de niños que hasta incluso el propio Pepiño puede practicar con garantías de éxito. Naturalmente nadie les explica que las pagarán todas juntas a la hora de enriquecer a sus verdugos, al no tener sindicatos que les defiendan sus intereses, ni un Estado que les garantice sus derechos, y de afrontar hipotecas para pagar el lucro de la corrupción del Estado, más cerca de la criminalidad que de cualquier parecido a ese socialismo por el que se desviven. Mangonear el mercado y a la gran empresa, para reconducir los grandes intereses económicos hacia derroteros que les expolie el electorado al PP, aliarse con lo más representativo de la escoria nazi y fascista o legislar a favor de unos para que expolien a otros, tampoco tiene ningún mérito más allá del incumplimiento de la ley, de sus deberes y de la absoluta falta de escrúpulos.

Está claro que no hay partidos democráticos en España, siendo el Estado un coladero de necios, avaros y resentidos que lo convierten en un nido de intereses y de corrupción. Pero en esta lucha contra la democracia y contra la ciudadanía, por disputarse los poderes y la riqueza, solo el PSOE de ‘Z’ puede anular al PP. Ni su pragmatismo ni sus principios les permiten actuar de otra forma, mientras el PSOE de ‘Z’ se permite vaciar de honorabilidad y dignidad a grandes masas ciudadanas, recabando su apoyo incondicional –tras hundirlos en la indigencia cultural y en la miseria moral y económica hasta convertirlos en dependientes y obedientes de sus ayudas y subvenciones- para acometer cualquier actuación relativizando todo y desmontando las barreras inherentes a los valores y principios, e incluso la legalidad, sobre los que se sustenta la dignidad y el valor de las personas y la convivencia pacífica y respetuosa entre los ciudadanos de la Nación. Arremetiendo contra el nacionalismo español, que no es otra cosa que el orgullo y deseo de pertenecer al conjunto ciudadano que habita dentro de las lindes de España y de los que ampare nuestra bandera en cualquier parte del mundo, mediante embajadas y consulados.

Curiosamente el PSOE de ‘Z’ y sus socios y aliados, los nacionalistas radicales, con sus actitudes agresivas y ostentosamente nazis, se autodenominan de izquierdas, al igual que hiciera Hitler, como medio de hacerse con el poder. Curiosamente y según las últimas encuestas del CIS, Na-Bai, ERC, IU-ICV y BNG son los partidos con más militantes-simpatizantes de clase alta y alta-media. ¿De qué izquierda hablamos? ¿Qué es ser de izquierdas? ¿Timar a millones de personas de buena fe, aún en su posible ignorancia, para forrarse y conseguir poder para someterlos? ¿Por qué no levantan la voz y se rebelan los auténticos socialistas y comunistas? ¿No se percatan de la basura y degradación que imponen, en su nombre?

Siendo muy importante e ineludible la economía, la nacional y la privada, solo gente sin ningún valor ni ninguna validez, mezquinos, ruines y mediocres, pueden sacrificar la gran riqueza que se proporciona así misma, en su conjunto, una Nación libre, culta, fuerte y unida, en pro del lucro y poder, personal o de partido, solo posible en gente de la índole de Pinochet, aunque se adornen con otros collares…

Clandestino