sábado, agosto 24, 2013

Víctimas declaradas culpables de sus expolios, por sus ladrones.


Europa tiene amo. Los europeos somos parte de su propiedad privada. Privada en cuanto que nos manosean y roban a voluntad, ajenos a leyes o tratados internacionales. Somos propiedad y esclavos del crimen globalizado, bajo control de la usura bancaria.

En España, igual que en toda Europa, aunque algunos ni lo sepan ni se lo crean, está pasando. Es rutina. Muchos millones de españoles están siendo explotados y robados cada día por un estado marginado de la ley, en manos de marginados de la ley. Lo más terrible es que todo esto se produce con la mecesaria colaboración de FSE, Administración de Justicia y Judicatura, FF.AA, Jefe del Estado y todos y cada uno de los responsables de los diferentes órganos de gobierno, franquiciados, incentivados o corrompidos, por una UE servil al amo. Ellos transmiten las órdenes y marcan las directrices del crimen global, para estafar y envolver a las víctimas en un mar de confusión.

Cuando a las 'familias' les votamos un capo-padrino de presunta izquierda, no dudan en acusar a sus víctimas quejumbrosas, de ser peligrosos y agresivos tentáculos de ultraderecha.

Cuando a esas mismas 'familias' les votamos un capo-padrino de presunta derecha, no dudan en acusar a esas mismas víctimas, de peligrosos grupúsculos de ultra izquierda.

Hete aquí que una única casta formada por familias organizadas en crimen dentro de nuestro estado -en apadrinamiento bicéfalo, por necesidades del guión- no dudan en doblar la función radical de sus propias víctimas comunes, haciéndoles creer a ellas mismas que los culpables de sus expolios son ellas mismas, merced a unos fantasmas que encarnan ellos mismos, tras coletillas de "ultras" o de "radical", resultando que son las pripas víctimas las que se autoinculpan, según se reconozcan leales a un padrino-ladrón o al otro.


Así se enajena totalmente al robado del análisis lógico e inteligente, que le lleve a extraer el delito, del barullo político que lo envuelve, y lo redirige contra él. El robado queda convencido que le roba la izquierda o la derecha difusas en la masa popular de la que él mismo es parte y donde se diluye la autoría de los múltiples y graves delitos cometidos por el crimen organizado en el estado, merced a su impunidad de aforados.

El resultado lo vemos en medios y redes, cada día. Siempre hay una multitud dispuesta a defender a cualquier capo-padrino ladrón, o a cualquiera de sus capataces negreros, que utilizan sus mesnadas parapoliciales para apalear a la gran masa de víctimas, únicas y comunes, a veces calificadas de 'izquierda radical' y a veces de 'ultraderecha', según les hacen creer que el capo-padrino ladrón es de una mano o de la otra.

La única diferencia es que los capo-padrinos de presunta izquierda, aunque pasan olímpicamente del derecho democrático y del orden constitucional, nunca llegaron a ordenar a sus capataces negreros, azuzar a sus mesnadas parapoliciales, contra el derecho democrático de sus víctimas a deponer a sus ladrones y mafiosos y a sacarlos de su estado de su propiedad. Importante diferencia a pesar de ser ladrones todos.




Cristina Cifuentes, ha violado sistemáticamente el ordenamiento constitucional español, usando fuerzas parapoliciales, tal vez mercenarias, para provocar coflictos ficticios como excusa para apalear a miles de personas en el ejercicio de sus derechos constitucionales, encubriendo y prestando amparo al crimen organizado en el estado, del que es parte. Una manifestación de un grupo de sanitarios exigiendo su ingreso en sanidad privada, hace rasgarse vestidos a una multitud, contra esas protestas. Es evidente nuestra propia colaboración con ese crimen que nos roba.


Espero y deseo que Cristina Cifuentes salga sana y restablecida de su accidente. Debe señalar a responsables del Gobierno y dar cuenta de sus propios, múltiples y graves violaciones a la integridad física de personas y al ordenamiento constitucional en su flagrante y continuada violación a la autoridad de la soberanía nacional, a la que, tanto ella como todo el gobierno y estado en pleno, deben subordinación y obediencia.


Y viendo el chollo que supone silenciar a las víctimas de robos, acusándolos a ellos mismos, de los mismos, el liberalismo empieza a destapar el 'antiliberalismo crónico'.  No hay nada como tener un buen enemigo, para limpiar conciencias y fichas, a costa de sus propios agredidos.


http://www.libertaddigital.com/espana/2013-08-23/la-comunidad-de-madrid-atribuye-a-la-izquierda-radical-los-gritos-contra-cifuentes-en-la-paz-1276497824/