martes, agosto 21, 2007

La ‘verdad’ y sus mentiras

El artículo publicado por Rosa Regás en El Periódico sobre Chávez, sus políticas y sus detractores, han levantado ampollas en partidos y organizaciones conservadoras y liberales. Me parece entrever que nos hemos fanatizado en la lealtad tribal a los que gestionan nuestra identidad ideológica, tan intensamente, que de forma irracional, ignoramos y rechazamos la evidencia palpable de la realidad objetiva, como gran verdad. ‘Todo lo nuestro es lo mejor y todo le do los “otros” es el mal absoluto’, encumbrando nuestras carencias y defenestrando las posibles virtudes ajenas. Solo aceptamos el blanco y el negro.

Es legítimo alinearse con ideales y principios, pero no es bueno dispensarle lealtad incondicional a aquellos que dicen ser sus garantes, gestores o custodios. Puede ser bueno sentir una ideología, paro jamás darle carta blanca a impresentables -algunos delincuentes- como Chávez, Cháves, ZP, Otegui, Evo Morales, Pérez Díez (alias Carod Rovira) o F. Castro, porque entonces pierden toda su esencia y su credibilidad. La verdad vale más que cualquier partido, de cualquier signo, que la vilipendie, siendo, la verdad, siempre verdad, "dígala quien la diga y ejérzala quien la ejerza". La lealtad a la verdad es el soporte y el nutriente de la democracia y esta la garante de las ideologías y de la convivencia, como mejor útil para evitar el enfrentamiento y facilitar la justicia. Ser leal a partidos que mienten y mangonean los derechos democráticos, es legitimar, de forma irracional, leyes y actuaciones criminales que agreden y obstruyen la justicia y prostituyen la propia democracia, debilitando y fomentando la división y el enfrentamiento de sus propias víctimas.

No me gusta Rosa Regás ni Chávez. Si lo que dice Regás es cierto, hay que aceptar que la política de este es coherente con las políticas sociales genéricamente atribuibles a ideologías de izquierdas, aunque generalmente son acometidas por partidos de corte liberal. Habrá que felicitar a Chávez, al menos por esas actuaciones. Pero medias verdades es manipular y mentir. Hay que recordar a Chávez y a Regás -y a muchos otros como ZP- que un gobierno de una nación democrática, debe gobernar para toda la nación y aunque preste especial atención a los más deprimidos, no tiene derecho a agredir u obstruir el derecho del resto. Sigo negándole cualquier reconocimiento democrático a su 'talante' autoritario, grosero, insultante y estúpido que además de los daños que pueda producir, con su totalitarismo tirano, a la nación que rige, produce bochorno y vergüenza ajena. En España hemos aprendido mucho, de eso, en los últimos años.

En cuanto al tema Palestino es un viejo conflicto en evolución progresiva hacia el extermino recíproco y donde la única evidencia que destaca, es que nadie es inocente. Hay que admitir que el estilo del Estado "democrático" de Israel, no difiere un solo ápice del igualmente macabro, cruel y sanguinario de Hamás. Al otro lado está el supuesto arbritio del Mundo delegado en la ONU, tan ineficaz e incompetente como ineficaz e incompetente es el intervencionismo y la obstrucción de la administración Norteamericana, sobre ella, en su empeño por eternizar un conflicto convertido en una masacre permanente, que simboliza el fracaso de la humanidad, en su empeño por aparentar que somos mejores que las bestias y las alimañas.

Clandestino

domingo, agosto 19, 2007

¿Es Europa inocente de los desmanes de ZP?

No sería descabellado pensar que gran parte de las barbaridades llevadas a cabo por ZP, estaban cuidadosamente planeadas, por “alguien”, desde que este accedió a la secretaría general del PSOE. Si observamos atentamente podremos ver que todas las agresiones al derecho, sectarismos, traiciones, mentiras y absoluto desprecio a la democracia y a la Nación que se la paga, pasando olímpicamente de su legalidad, están llevadas a cabo asegurándose la tibia o nula posibilidad de oposición del único partido que podía ejercerla, el Partido Popular.

Empezó purgando a los constitucionalistas de su propio partido haciendo rodar la cabeza de Nicolás Redondo Terreros y amenazar la de Rosa Díez, por no rendir pleitesía al proyecto del ¿partido?. El miserable juego sucio -similar, en los modos, al que ejercería una mafia organizada- con el manejo del golpe terrorista del 11M, en las vísperas de las elecciones, es sin duda lo que les condujo a la Moncloa. Una vez acoplados, muy rápidamente, como si lo tuvieran planeado desde años antes, se asocian todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, no solo aislando al PP, sino acosándolo hasta rebajarse así mismos, en los modos y en el objetivo, como animales rabiosos.

Inmediatamente dan carácter legal, aprobándolo en el Parlamento, a las negociaciones iniciadas en la ilegalidad, para la debilitación del Estado, la entrega de partes territoriales de España y la mayor parte del rendimiento del mercado de abastecimiento y consumo nacional, a los nazis y asesinos vascos y a los nazis renegados catalanes. Como siempre ignorando a ambas ciudadanías, incluida la del resto de España, y especialmente a las víctimas. La aprobación la encubren bajo unas condiciones, que ni los asesinos ni el gobierno respeta, siguiendo su línea habitual, de desprecio a la verdad y a la legalidad democrática.

Para dar respaldo internacional a sus planes, utilizan, sibilinamente, a la Comisión Europea. ZP negocia “algo” de forma secreta, con el Presidente de la Comisión Europea, el Sr. Durao Barroso. Solo sale a la luz que España renuncia a los fondos de cohesión, con la explicación de que “ya somos ricos” y debemos pagar en lugar de recibir. Nadie relaciona este hecho con el gran ridículo asumido por dicha Comisión, rebajando su talante al del ZP, condenando al franquismo, mediante un juicio sumarísimo, con un extraño y ralo informe, supuestamente elaborado por un extraño diputado o senador, griego. Es de suponer que toda una Comisión Europea no puede acometer actuaciones que la rebajen a un nivel muy inferior a la de un supuesto reo, condenándolo sin jueces, sin juicio, sin pruebas y sin las garantías correspondientes. Tampoco nadie lo relacionó con la no menos democrática “naturalidad” con la que se le abrieron, a los asesinos terroristas etarras, y a sus “familias” del Estado, las puertas del Parlamento Europeo, permitiendo que ZP legitimara el horror de sus asesinatos, el desprecio a sus víctimas directas y a la Nación afecta. Ignoro lo que pactaron ZP y Durao Barroso, pero se dieron “casualidades” clamorosamente criminales. ZP traicionó nuestros intereses nacionales en Europa, pero además la convirtió en su cómplice, construyéndose un dique para la que se avecinaba. De esta forma obtuvo carta blanca para entregarse, entregándonos, a ETA y a la insaciable avaricia de los radicales catalanes, asegurándose a su vez, de que nadie intentaría una aventura como la del Generalísimo. Europa no podría atender las reclamaciones de la oposición española de la misma forma que el abogado de un criminal no puede atender las demandas de su víctima. Queriendo o sin querer, cayeron en el cesto de ZP. En el de las manzanas podridas. Ya no les quedó mas remedio que ser parte de él.

También acomete la segunda ronda de purgas desplazando, expulsando o sancionando y prejubilando a constitucionalistas en cargos relevantes del partido y de instituciones claves, que podían obstruir el grueso de sus planes. Ejerce el control sobre todos los poderes del Estado, algo que nuestra “democracia” permite, y básicamente se dedica a usar las leyes para satisfacer las peticiones de todos aquellos que los transportaron al poder y a los que los mantenían en él: terroristas, corruptos, radicales, nazis, feministas, gays, SGAE y muchos medios de comunicación, son los grandes beneficiados, a costa de ser sacrificados y agredidos, para ello, muchos derechos de aquellos otros sectores o colectivos leales a la Nación, a la legalidad y a valores fundamentales para la convivencia, que nunca serían favorables a sus modos de gobierno. Todos estos colectivos no los deben favorecer porque les importen mucho más, ni ellos ni sus derechos, que esos otros derechos que agrede para "anexionárselos". Simplemente le son útiles en la doble vertiente de apagar voces críticas, con su política canalla, y son voces que la apoyarán por surrealistas y demoníacas que sean.

La oposición liderada por un M. Rajoy que, aunque no es un gran luchador, es valiente e inteligente, dispensa corrección en el trato y respeto indudable a la legalidad constitucional, pero que está atado de pies y manos, sin un gran equipo colaborador, acosado por la gran prensa de los "otros", por todos los demás políticos, vetado en Europa para asuntos antiZP y por el astuto efecto boomerang que los asesores de ZP, le adjuntan a todas sus tropelías. Saben que el intento de atajar la serie de legalizaciones de abusos y delitos, de ZP, para favorecer a sus "útiles", se volverían contra él al permitirle crucificarlo por no respetar los derechos de esos colectivos o la propia “legalidad”. Tendría que soportar las iras y furias de los afectados, que el ejecutivo, o los “productores” del partido, se encargarían de exaltar contra él, como ya hicieran en la campaña electoral de las autonómicas catalanas, y además cerraría cualquier posibilidad de obtener algún voto de esos colectivos beneficiarios de esas leyes. Cualquier queja o protesta, fundada en la legalidad democrática por la que se rige cualquiera de los países de la UE, habría alborotado los ventiladores de sus voceros y lo habrían hecho picadillo a manos de todos los “demócratas” nacionales y mundiales. Todo estaba planeado y todo les funcionó bien. Esto le obliga a centrar su oposición en los únicos resquicios evidentes de la deslealtad del gobierno, aunque apoyada implícitamente por Europa: la política comprensiva con los “derechos” de los asesinos, vendida por ZP, y su actitud sobre el nuevo estatuto catalán, asuntos a todas luces antinacionales y anticonstitucionales. Solo el apoyo de millones de ciudadanos en las calles y de asociaciones y diversos colectivos, le han salvado de ser linchado por "impedir la paz en Euscalerría” y agredir los intereses de los “Países catalanes”.

Esta defensa numantina, ha podido ser clave para limitar o retrasar la consumación del desastre. ZP, o quien sea 'la masa gris' que dirige y planifica el fin de España, de forma encubierta, solo se ha dado una tregua para rebuscar los votos suficientes para que el PP no obtenga la mayoría absoluta. Los tahúres y ventajistas siempre guardan ases en su manga. Ojalá que, entre todos, no sumen mayoría absoluta y no tengamos que comprobarlo. No tengo la más mínima duda de que su “proyecto” solo está en espera.

Clandestino

El Estado carga sus muertos al conductor

La carretera sigue produciendo muertos. Son nuestros muertos: conciudadanos, vecinos, amigos o familiares. Son muertes producidas por accidentes y fallos en la conducción, algunas como resultado de una inexistente educación, ni vial ni de ningún tipo, pero también a causa de situaciones lamentables que se producen por la suma de incompetencias y afán recaudatorio de los que deben velar por la seguridad.

No creo que el carné por puntos haya sido ni sea efectivo en un mar de circunstancias que dificultan la normal circulación del tráfico rodado, algunas de ellas ajenas al conductor y que determinan que éste pase a ser un objeto de represión. Especialmente degradante podría considerarse el uso autoritario y a menudo arbitrario de los ayuntamientos, que utilizan el control sobre sus conciudadanos más “rebeldes” y los cazan con frecuencia en las numerosas trampas que se generan en las deficientes infraestructuras, lo que a veces hace imposible el cumplimiento de unas normas que además les sirven para justificar el esquilmo, como sucede en el ayuntamiento de Madrid. La gente acata para evitar el abuso de poder, la represión y el expolio, pero no porque acepte la humillante sumisión a ciertas reglas.

Es tradicional que la DGT presione y dañe al conductor en su dignidad, derechos y patrimonio, lo que le permite dejar las cosas como estaban y justificar otro 'apretón' al año siguiente. Para ello utiliza a los muertos, restregándoselos bien y a menudo a todo el mundo. En lugar de aplicar medidas y formar agentes para evitar accidentes, mejorando el trafico y la seguridad, perpetúa el coto de caza con agentes 'camuflados' o 'furtivos' solo útiles para multar o para recoger las chatarras y/o los cadáveres. Absolutamente para nada más. Y con radares situados estratégicamente para la única utilidad de sancionar, en lugar de situar agentes bien visibles, que salven vidas controlando el tráfico en los puntos negros, hasta que Fomento, las comunidades o los ayuntamientos decidan eliminarlos.

No se puede acabar con las muertes en la carretera incriminando y cargando toda la responsabilidad sobre el conductor. Solo usan el expolio y la amenaza, sin gastar las ganancias que estas generan en aumentar, formar y equipar a los efectivos policiales para regular el tráfico, y la velocidad, según lo permitan las circunstancias. Por mucho que repriman y saqueen al conductor —los vehículos están sujetos a una serie de impuestos que van desde la matriculación inicial, el de circulación anual y acaba en esa parte del león que se recarga en el combustible—, éste no podrá evitar ni asumir las muertes que se producen como consecuencia de la omisión y la ineptitud del Estado, a cuyos sucesivos gobiernos no cabe aplicarles —no por falta de ganas— ni la retirada de puntos ni ningún otro tipo de sanción que no pase por las urnas. Así, pues, no es posible acabar con los accidentes imponiendo solamente normas que al conductor le anulen su criterio, sus conocimientos y su libre albedrío.

Con reglamentos creados desde una mentalidad que trata al ciudadano como ganado al que encima hay que rentabilizar, está claro que no se pueden reducir los accidentes sin controlar ni mejorar, sobre todo, una red vial secundaria en estado penoso. Es una lástima que miles de conductores paguen puntos y sanciones económicas por circular a 142 Km/h en autopistas o autovías despejadas y con buen tiempo, por ejemplo, mientras la mayoría de accidentes mortales se producen en carreteras imposibles y olvidadas. Frente a tal desastre, lo que más chirría es la rígida eficacia de multar y recaudar, y además mediante amenazas y extorsión legal. "Pague ahora y reclame después, o le serán embargados sus bienes", es una frase que ilustraría perfectamente este simulacro “democrático” cargado de incompetencia.

¿Por qué no incluyen entre sus macabros ‘spots’ publicitarios que la plantilla de agentes es casi la misma, en número, que la que dejó la dictadura? ¿Cómo se explica que una red vial que ha aumentado varias veces su kilometraje, y un parque móvil agrandado veinte veces, no merezcan al menos duplicar la plantilla de agentes dedicada a su control y seguridad? ¿Cómo se explica algo así, y más cuando es muy posible que el volumen de la recaudación se haya multiplicado por decenas de veces? ¿Cuántas vidas se salvarían si en lugar de ocho mil agentes, buena parte de ellos camuflados y en labor de recaudadores furtivos, hubiera más del doble o el triple, con la consigna de priorizar la ayuda al conductor y facilitar el tráfico fluido? ¿Han pensado los de la DGT en el uso de abundante señalización vial, visible de forma ostentosa, que convierta a la sanción en una excepción de su labor habitual?

Clandestino