miércoles, mayo 04, 2011

Todos eran inocentes antes de delinquir.


En base a la inocencia de ayer, Bildu recurre ante el TC la sentencia de hoy que le impide sus delitos de mañana.

No por ser la normalidad, deja de asombrar que el estado casi al completo, por acción los más y por omisión los otros, ejerzan tan fuerte como bochornosa presión sobre la independencia que aún salvan un puñado de jueces, (auténticos héroes responsables, a título individual unos y otros desde algunos órganos judiciales aislados) que padecen con la extorsión y presión de una abrumadora mayoría política sumada a fiscalías, abogacía y no pocos jueces dependientes políticos o ideológicos, luchando todos a brazo partido contra ley y derecho por integrar a la banda terrorista ETA en el estado, dando continuidad al avanzado proyecto de integración en la misma sociedad que asesinan y extorsionan, a tal guisa que nuestro propio estado consagra la legitimidad y la impunidad del asesinato, el robo y la extorsión, antaño perseguidos por nuestro estado y ahora propietarios de nuestro estado.

El órdago público del PNV al presunto Gobierno de España, denunciando mutuos acuerdos en sus mutuos trapicheos a favor de la banda terrorista, justo antes de exigirle cuotas de gobierno para el terrorismo de ETA, a cambio de sus apoyos ‘políticos’ y de ‘omertá’ sobre sus mutuos juegos sucios, solo aflora y deja ver una pequeña muestra de la gran amplitud semioculta de la degeneración mafiosa, estatal y política que agusana a España. ZP se hunde irremisiblemente en sus lodos, pero no renuncia a su objetivo casi obsesivo, de arrastrar lo que queda de España con él.

En cada comicio votacional, se repite el cameo connivente entre políticos (por llamarlos algo) y terroristas, inventando siglas, haciendo trucos y colocando trampas además de mentir a destajo con su desenvoltura y desparpajo habitual, que sin engañar a nadie terminan burlando a justicia y ciudadanos, para que ellos mismos junto a la banda y a lobbies afectos, aseguren su parte del botín, manteniendo sus cuotas de esbirros vigilando el reparto, como parte integral del hampa. Así es como las víctimas les pagamos a los terroristas, las bombas con las que nos asesinan. Primero votamos a sus sicarios previamente autoelegidos. Luego estos nos expolian. Entre todos se lo reparten.

Así hemos llegado a ver a Bildu recurriendo al TC, la sentencia del TS que les impide desarrollar su pretendida actividad criminal desde instituciones del estado, aprovechando la poca afinidad del TC con la Constitución y con la Justicia y el apoyo apabullante de la casta política a su causa común de poder y lucro, compartida con los terroristas. El truco consiste en utilizar la sentencia contra Bildu, como contradictoria con la legalidad ‘incuestionable’, de las dos formaciones ‘políticas’ que lo conforman. Truco tan infantil como torpe y zafio, en línea con sus ocurrentes, pues todos los delincuentes, han sido inocentes antes de delinquir.

De no ser porque estamos en esta España, parecería tonto recurrir una sentencia del TS, por denegarles el acceso al estado como organización al servicio de una banda terrorista, alegando inconstitucionalidad en base su inocencia anterior a la comisión del delito, dando a entender que hoy no pueden ser impedidos en la comisión de los delitos de mañana, porque ayer eran inocentes.

El TS no ha cuestionado la legalidad de Eusco Alcartasuna ni de Alternativa, ni la constitucionalidad de Bildu, sino la legalidad de Bildu como entidad que se demuestra organizada con el fin de representar a la organización terrorista ETA, en instituciones del estado. Las asociaciones de malhechores se pueden constituir o nutrir con organizaciones o personas que nunca han delinquido, pero ningún juez los va a perdonar por su inocencia anterior a la comisión de sus delitos. EA y Alternativa eran formaciones políticas y legales, hasta el momento justo en el que se asocian con fines ilícitos. Y justo ahí termina su inocencia y su legalidad.



Las FSE han aportado pruebas suficientes como para no cuestionar la evidencia de los objetivos ilegítimos de la coalición Bildu, y así lo interpreta el TS, sin necesidad ni intención o vestigio, de pretender invadir derechos ni competencias constitucionales. Una vez comprobados y demostrados sus objetivos delictivos como tal coalición, es deber de la Justicia impedirlo en base a la legalidad vigente. Y de ninguna manera el TC puede obstruir a la Justicia, ni interferir en esa legalidad vigente, a no ser que previamente la declare inconstitucional. Aunque no sería la primera vez que el TC muestre anticonstitucionalidad servil a determinados intereses de la casta, como tampoco sería la primera vez que la casta desacata una sentencia del TS. En manos de ese nivel de degradación política e institucional, está la nación española.

El recurso de inconstitucionalidad presentado por Bildu en el TC, es legítimo, pero su alegación es falsa en cuanto que no se violan sus derechos, ni constitucionales ni legales, sino que solo se les aplica la ley impidiéndoles ejercer una actividad delictiva, organizados en coalición o asociación, ilícita en sus fines. El TC solo puede ampararlos en el derecho constitucional, que asiste a todo ciudadano, incluidos los criminales y que nadie cuestiona, y que la sentencia del TS respeta. Pero de ninguna manera puede descalificar a la Justicia, dando carácter legal a una pretendida actividad, probada como criminal.

En el colmo del insulto y el escarnio, a su connivencia con los asesinos, lo llaman política antiterrorista.



Clandestino