sábado, febrero 02, 2008

Franco Y Z. Misma moneda, dos caras y un falso.

Discapacidad política manipulable
por infinidad de intereses bastardos

















Autoritarismo solo activable por si mismo
























Recuperación del viejo fanatismo persecutorio contra la iglesia, único activo canjeable por votos, que puede ofrecer la peste que ocupa el Estado, aparte de comprarlos fraudulentamente, bien por no poder pagarlos, bien porque si los paga será con nuestro dinero. Pobre bagaje tras cuatro años de mangoneo y disfrute en la holganza y el marujeo de lavadero público en el que han convertido el Estado de la Nación. Al final no les queda más remedio que intentar remedar el autoritarismo de Franco, ignorando que no les servirían ni para llevarles el botijo



“El hombre que no teme a las verdades, nada debe temer a las mentiras”. Thomas Jefferson

Zapatero se adentra en la tenebrosa viscosidad de su 'memoria histórica' para algo bien distinto a lo que antaño presumía. Si quiere consolidarse en el mangoneo y la quema nacional, solo podrá hacerlo retomando para sí, la principal característica del franquismo: LA MORDAZA. Es tan simple que ni se entera que hasta para ser dictador hay que tener aptitudes y redaños. Un cobarde marioneta siempre estará a merced de sus hilos y de sus 'primos del zumo'.

Habla de libertad mientras persigue a los que hablan la verdad. Los que estén con ellos recibirán los derechos que le son expoliados a los que están contra ellos. Si su actitud estuviera avalada por la entereza de sus camaradas socialistas, Stálin o Hitler, en Europa deberían preocuparse y mucho. Pero es en España donde debemos preocuparnos por sus intenciones de emularlos y su discapacidad para serlo, lo que encierra doble peligro. Uno por su vulnerabilidad ante las presiones de su entorno y otro por tener el mando de las instituciones a pesar de ser individuos ineptos, faltos de valor y entereza para dirigir ni siquiera un kiosco de ‘gominolas’. Dictadorcillos de medio pelo que usan el Estado y la ley como un objeto contundente, para dirimir sus vendettas partitocráticas, mediante la extorsión, amenaza, acoso y persecución, incapaces de entender que son carne de celda. Unos desgraciados rencorosos y revanchistas, malversando la soberanía nacional con el único afán de someterla como los déspotas que son, pero sin el valor de afrontar lo que son, publica y abiertamente, como sí lo hicieran aquellos dictadores poniendo sus agallas sobre el yunque. Guarecidos tras la farsa de demócratas, planifican sus golpes e incursiones cobardes y traicioneras, contra los ‘disidentes’, armados con mentiras y con leyes criminales a caballo del Estado.

Oyendo o leyendo sobre el mitin de Orense, donde se despachan una vez más contra la Iglesia, y contra la oposición, y contra la mitad de los españoles, se puede observar claramente como ostentan su talante caudillista y autoritario decidiendo lo que, tanto la Iglesia como la oposición, pueden o no criticar de su multitud de actividades criminales contra la Nación, contra el Estado y contra la legalidad de todos. “NO se lo hemos aceptado a Rajoy y tampoco se lo vamos a aceptar a los obispos”, decía inflado de poder y despotismo, entre el aplauso encendido -similar a los arrancados en las arengas de los que sin duda son sus ídolos: Hitler, Mussolini y Franco- de las masas fanatizadas y enfervorecidas.

Pero no pasa desapercibida la incoherencia de defender en el mismo discurso, las libertades y derechos democráticos que les niega a media España, con su representación política al frente, y que les niegan a la Iglesia católica. "Aquí hay un partido y alguien que quiere volver a ser presidente que va a defender un país para todos, una sociedad tolerante, libre, y que cada uno pueda pensar como quiera y vivir conforme a sus creencias". "La esencia de una convivencia libre es que todo el mundo se sienta libre, la esencia de una convivencia democrática es que se respeten todas las creencias, la esencia de una libertad profunda y auténtica es que nadie, nadie, intente imponer ni su moral ni sus creencias, y se respeten todas".

Puede ser cinismo, ignorancia, estulticia, estupidez...o el habitual insulto a la inteligencia dando por sentado que los oyentes son tontos. Pero realmente son las mismas mentiras de siempre. Palabras huecas, gastadas en bocas leguaraces, de discursos vacios de gente vacía. De un tipo sin autoestima, que siente una constante necesidad de mostrarse supeior a todo lo que le rodea, como sea. Insignificante, romo y terco utiliza siempre la ventaja para mostrar actitud de machito y poderío. Su capacidad de hacer el ridículo, es difícil y parcialmente encubierta por un buen equipo de asesores. Sugestionable, vago, pacato, es fácilmente manipulable, bastando con dejarle ostentar o haciéndole creer que ostenta, el bastón del mando y que le molesten poco. No está ni remotamente capacitado para ser presidente del Gobierno, pero le encanta ser visto y considerado como tal. Sueña con serlo muchos años más. Como sea.

"La esencia de una convivencia libre es que todo el mundo se sienta libre,...”, tuvo la desfachatez de decir a una concurrencia que acababa de oír que no aceptarían ni de la Iglesia ni de la oposición, que informaran sobre su criminal dejación de deberes en la persecución del delito de terrorismo. Sobre su criminal legitimación política de una banda de asesinos. Sobre la criminal mofa, estafa y engaño a la Nación, a la que únicamente está autorizado a servir. A algunos blogeros les han cerrado y pueden seguir cerrando sus blogs, ponerlos ante SU ley anticonstitucional o extorsionarlos. Con la prensa no afín podrán intentarlo. ¿Cómo piensan evitar que Rajoy o la Iglesia cuenten la verdad al ciudadano? ¿Traerán a los ‘camisas pardas’ catalanes que hicieron uso de la violencia y arremetieron contra el PP y Ciudadanos, reventando sus mítines? ¿O a los ‘chicos traviesos’ de la ‘caleborroca’ vasca? ¿O tiene en proyecto alguna milicia paramilitar estilo Chávez, que le controle a los “escuálidos”? ¿O cumplirán sus amenazas de extorsión apuntadas por Alfonso Guerra, de ‘denunciar los acuerdos con el Vaticano’, confirmando su estilo hampón tercermundista, típico y habitual en su maestro Chávez?

La autorización del Parlamente, para dialogar con los asesinos nacionalistas vascos, estaba condicionada a que se produjera sin contrapartidas políticas y si la banda renunciaba a las armas. El Gobierno no solo no ha cumplido ninguna de estas dos premisas, sino que además continuó mientras asesinaban. Además ha acosado y arremetido contra todo el que le exigía el cumplimiento de la legalidad y de las condiciones aprobadas por el Parlamento. Desautorizó y despreció a la oposición y a las propias víctimas de los asesinos, desde el más puro estilo verdulero de arrabal, llegando a darles más consideración y legitimidad política, a los asesinos, que a ellos y que al conjunto del pueblo español. Han incumplido la ley, han omitido sus principales deberes y responsabilidades, y han mentido al Congreso, al Senado y a la Nación.

Deben ser puestos a disposición judicial, por las FSE, a instancias de la Fisscalía Generaldel Estado o del Jefe del Estado, o en su defecto presentar cargos ante el TPI. Los órganos de gobierno de una nación democrática, que se tenga por respetable, no pueden ser ocupados por una organización oligárquica, de mentirosos, truhanes y fueras de la ley, que utilizan al Estado como una vulgar 'faca' para solventar sus reyertas.

“España no merece un gobierno que le mienta”.

“España no merece una caterva de nazis, tahúres, criminales y traidores”.

Clandestino

viernes, febrero 01, 2008

LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y EL AMOR A LOS PARTIDOS

N.Maquiavelo sXV-XVI




Son numerosos filósofos, intelectuales, historiadores o estadistas, los que muestran numerosas vivencias políticas y sus consecuencias sociales, de muy diferentes y distantes épocas de la historia de la humanidad, que describen detalladamente pasajes de nuestra historia actual, con asombrosa exactitud, desde el sV a. de c., a nuestros días.

De entre ellos destaco estas reflexiones de Nicolás Maquiavelo, por su ajustada semejanza con la dramática situación que atraviesa España, traicionada y vilipendiada por las agresivas políticas, o lo que sean, de Z, contra la nación, contra el estado y contra su legalidad constitucional.



“En un gobierno corrompido no es posible hallar entre los ciudadanos ni unión ni amistad, a no ser entre aquellos que son cómplices en alguna perfidia. En una ciudad mancillada con tales desórdenes, las leyes, los estatutos, los mandatos civiles, siempre fueron y serán ordenados, no ya según el bien público, sino de acuerdo a la ambición de aquel partido que haya permanecido superior a los demás.”
* * * * * *



“En un gobierno corrompido, puesto que en todos se hallan extinguidos la religión y el temor de Dios, el juramento y la fe dada rigen solamente en cuanto son útiles; de lo cual se valen los hombres, no para observarlos, sino como medio para poder más fácilmente engañar; y cuanto más fácil y seguro resulta el engaño, mayor gloria y alabanza se adquiere. Por ello los hombres nocivos son alabados como industriosos y a los buenos como a tontos se les critica.”

“En los gobiernos corrompidos, los jóvenes son ociosos, los viejos lascivos y cada sexo y cada edad están llenos de malos hábitos; a lo cual las buenas leyes, por estar ellas mismas minadas con las malas costumbres, no ponen remedio.”

“De tal corrupción nace aquella avaricia que se ve en los ciudadanos, aquel apetito, no de verdadera gloria, sino de honores reprobables, del cual derivan los odios, las enemistades, los sinsabores, las sectas, que a su vez generan la aflicción de los buenos y la exaltación de los malvados, porque los buenos, confiados en su inocencia, no andan, como los malos, en busca de quienes les defiendan y honren, tanto que, indefensos y sin honor, caen en la ruina.”

“De este ejemplo de corrupción nace el amor a los partidos y su potencia, pues por avaricia y ambición los malos, y los buenos por necesidad, la siguen; y lo más pernicioso es ver cómo, con un piadoso vocablo, hacen que los móviles de esos partidos, sus intenciones y sus finalidades, aparentan ser honestos.”
“De tal corrupción nace que las disposiciones y las leyes, no para la pública, sino para la propia utilidad se dictan.”

“De tal corrupción nace que las guerras, las paces, las amistades, no para gloria común, mas sí para satisfacción de unos pocos se deliberan.”

“En una ciudad mancillada con tales desórdenes, las leyes, los estatutos, los mandatos civiles, siempre fueron y serán ordenados, no ya según el bien público, sino de acuerdo a la ambición de aquel partido que haya permanecido superior a los demás.”

NICOLÁS MAQUIAVELO, La mente del hombre de Estado, seleccionado por Gherardo Marone. Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2005.

Fuente: El magnífico blog de Jesús Nava, MUNDO LIBRE DIGITAL

lunes, enero 28, 2008

Impunidad política contra el ‘DEMOS KRATOS’

Platón y Aristóteles



DEMOS: pueblo.

KRATOS: autoridad o poder.

Autoridad o poder del pueblo

La democracia es autogobierno del pueblo. El hombre, ser inteligente y libre, puede regirse por sí mismo.

La democracia asegura al hombre sus derechos fundamentales y su libertad jurídica e individual.

Soberano: "el que está sobre todos".

Ningún político, política, ley o Institución puede estar al nivel o rebasar, el poder soberano del pueblo. Todos los órganos de gobierno por los que se rige una nación, han de estar necesariamente sometidos a la soberanía nacional y a su legalidad democrática debidamente constituida.



Mucho llovió desde la caída del Imperio Griego y el de su pariente cercano, el Imperio Romano. Muy atrás quedaron aquellas prácticas democráticas genuinas manadas de unas mentes preclaras y privilegiadas de gente primitiva. Tuvieron la capacidad de vencer convenciendo, esgrimiendo la razón con racionalidad y tesón.

Hoy Platón, Aristóteles o Epicuro de Esparta se retorcerían en la frustración por la gran involución social, en la que la gran evolución económica, científica y militar, ha sumido a aquella civilización que ellos enseñaron a andar dando de su mano los primeros pasos. Comprobar que aquellas ideas y sabias enseñanzas, que permitieron la convivencia colectiva y pacífica entre colectivos ciudadanos primitivos, han sido arrojadas al mortero y en algunos sitios negadas al conocimiento, hasta degradar la convivencia democráctica actual a un vulgar truco de trileros para el lucro de unos y la explotación y sometimiento de todos los demás.

Tras aquel período, las sombras del despotismo y el hedor de los cadáveres que regaban los campos de las vendettas, asoló Europa y aquellos lugares donde los europeos ponían el pie. Vagos intentos en las Cortes de León, José de Antequera en Paraguay, Los Quilombos brasileños, o la firma de la Declaración de Derechos, por Guillermo de Orange, entre algunos otros, fue el triste bagaje en más de doce siglos de la historia democrática de la humanidad.



Aprobación de la Constitución USA


No fue hasta el 25 de mayo y 17 de septiembre de 1787, que se diera luz a la Constitución de los Estados Unidos de América, en la Convención de Filadelfia, presidida por el que sería el primer presidente George Washington, en la que, aún con sus defectos, y lejos de ser ideal, sigue siendo la democracia con más garantías democráticas de la tierra, al ser la que más limita el poder político y mejores controles ejerce sobre el mismo, mediante la separación de poderes.

El resto de regímenes autoproclamados democráticos, son, en su mayoría, antros feudales que tras constituir estados democráticos utilizan a sus políticos para malversar el poder soberano de los pueblos una vez que estos están convencidos del uso y disfrute de una democracia que taimada y sibilinamente, les excluye -mediante leyes y normas contra derecho justificadas con que son ‘por su bien’ y atendiendo a la ‘voluntad popular’- de toda garantía de derechos y libertades constitucionales, lo que permite la colaboración de las numerosas víctimas convertidas al vasallaje feliz y voluntariamente, en la mayoría de los casos ignorando que lo son.

Los políticos, en un grado de profesionalidad que los presenta como una casta mafiosa y sin escrúpulos, que atentan con frecuencia contra la legalidad, amparados en la impunidad cómplice y corporativa, que les proporciona la extorsión, las alianzas y el favor de todo el elenco de desalmados, como únicos con posibilidad de acceder a su clan. Convierten de facto, esa gran prebenda formada por el conjunto de derechos naturales que hereda el ser humano al nacer, en poder propio que destruye el derecho y la dignidad, al pueblo que los contrata para ser servidos por ellos, para beneficio propio y en el de sus acreedores que lo sustentan en el poder a cambio del mangoneo y el delito de estado. Como ratas que necesitan pasar el día royendo, la política es insaciable en el acaparamiento de poder, ambición y lucro. La ley siempre es un obstáculo salvable con más ley. Invadir el derecho ajeno solo tiene la dificultad de encontrar alguno aún en uso y disfrute privado. Su bajeza y ruindad tiene la misma caducidad que su vida.

Sálvese quien pueda. Posiblemente haya alguno decente con el que se pueda confirmar la regla.

Lo que la democracia construyó y encumbró para gloria de civilizaciones durante siglos, la política lo destruye en años, meses e incluso días. Cruentas guerras y millones de muertos costó la abolición de la esclavitud. ¿Abolición de la esclavitud? Cuando se firmó dicha abolición ya estaba preparada la nueva forma de explotación del hombre por el hombre mediante las ciencias políticas. Más sutil, rentable y de discreta apariencia ética y moral, al no tener que usar negreros, barracones, perros, capataces embrutecidos, alimentarlos, calzarlos, vestirlos, cobijarlos, reproducirlos, criarlos venderlos, comprarlos, enterrarlos...pudiendo tenerlos a disponibilidad feliz y consentida, asumiendo su supervivencia a cambio de unas migas por su miserable expolio. Simplemente se limitaron a corromper a los políticos, organizarlos en castas infranqueables y usarlos de capataces que no les permitieran hacer uso y disfrute de sus derechos como único obstáculo para que cedieran a su explotación.

La política actual, tal como se practica y se concibe, es una forma criminal de destruir legalmente la democracia, y ejercen -queriendo o sin querer- de capataces del neofeudalismo.

¿Cuantos esclavos y problemas les costaría a la SGAE, Cámara de Comercio, nacionalistas catalanes o vascos, algunas entidades financieras, partidos, ayuntamientos, gobiernos autónomos, sindicatos u ONGs inventadas a la sombra del dinero fácil, entre otros, obtener los suculentos beneficios, que les reportan las subvenciones, corrupciones y leyes para el expolio sobre ciudadanos abandonados en el desamparo del estado y SIN DERECHOS democráticos -conseguidas mediante lo que sin duda son pactos y chanchullos bastardos de la política- si tuvieran que hacerlo explotando a los mismos esclavos, pero a la antigua usanza?

Queda claro que la política es lo único que impide la convivencia pacífica entre los ciudadanos. Lo demuestra la limitación de poderes políticos en la democracia USA. Lo demuestra la razón y lo demuestra una simple mirada a nuestro alrededor. En la división y el enfrentamiento ciudadano, radica la mayor parte de su poder. Solo alejando a la política del poder soberano, será posible garantizar los derechos y las libertades democráticas de los pueblos, reduciendo la política a un exclusivo servicio sometido y subordinado al poder popular debidamente constituido y meticulosamente articulado. Podrán comprar a un presidente de gobierno, para la traición. Podrán extorsionar a un partido cargado de delitos políticos. Pero jamás podrán mangonear a toda una nación unida bajo sus derechos, libertades e intereses comunes.


Pza. de Tiananmen
Potencia militar frenada por un solo
hombre armado con valor y razón


Una vez más el ser humano está en la encrucijada de aceptar lo que ve cuando se mira al espejo, o se llena de valor y acomete su deber de defender lo que le pertenece, y lo que pertenece a los suyos. Es un derecho. Es un deber. Es una necesidad para alimentar la dignidad que permite desear la vida.

Una Nación como la española no puede pasar por la humillante indignidad de tener a un individuo que ocupó y renunció al Gobierno de España, dedicándose a incumplir y a permitir el incumplimiento de su legalidad democrática, que va comprando votos a 400 € la pieza, con la única idea y proyecto de seguir siendo un fuera de la ley, permitiendo serlo a muchos políticos más. La indignidad y la vergüenza, mana de lares donde antaño hubo responsabilidad política y trabajo, por y para España.

Clandestino