jueves, diciembre 27, 2007

Estado de Derecho o instrumento criminal

El Estado reúne todos los requisitos necesarios para ser considerado, sin lugar a dudas, como un estado democrático. Desde su Constitución a todas sus Instituciones, y las innumerables asociaciones o instituciones civiles asociadas o colaboradoras.

Pero el párrafo anterior solo describe la costra de una costosa tapadera que encubre la gran estafa criminal a manos de la banda mafioso-corporativa compuesta por la casta política y asociados nazis, contra el sufrido e indefenso ciudadano sometido, indefenso y asustado. Las instituciones están todas, sin excepción, bajo el caudillo o tirano electo de turno, excluyendo y enajenando al ciudadano la democracia que paga, quedando suficientemente vulnerable como para poder ser vilmente sometido al esquilmo y a la pérdida total de derechos civiles, individuales y en buena medida colectivos, mediante prevaricaciones, el ‘como sea’ o la compra de votos, silencios, omisiones y voluntades o eliminación de honradez y otros obstáculos que puedan hacer peligrar la consolidada ocupación del Estado por esa gran mafia.

Es desquiciante ver la desfachatez con la que se legislan, se defienden y promulgan leyes inconstitucionales y contra derecho, con el descaro que el caudillo despilfarra ingentes cantidades de dinero en propaganda electoral, con la desvergüenza que se insulta al contribuyente mintiéndole de forma clara y evidente una y otra vez o como se multiplican los casos de corrupción, negligencias, persecuciones políticas, multitud de crímenes y asesinatos, en la total impunidad, o amontonando de sicarios y ‘mandados’ en las cárceles, sin que se depuren responsabilidades políticas, sobre elementos importantes de los partidos, y sin que nadie investigue seriamente como o de donde se financia el despilfarro y fasto de esos partidos. Algún juez que se la juega impartiendo justicia, puede ser desautorizado públicamente por la fiscalía, políticos, nazis o afectados. No pasa nada.

Tenemos un Jefe de Estado con responsabilidades políticas, por mandato constitucional, que se enriquece, pero que no ejerce o no puede ejercer ninguna función política. Aún así no renuncia ni a los cargos ni a sus pagas, actuando como el perro del hortelano, al generar un gran vacío de control legal al impedir que otros ciudadanos electos cubran esos cargos, y privándonos de las garantías democráticas inherentes a dichos cargos. Ese vacío de descontrol constitucional es por donde las mafias partitocráticas eluden la legalidad constitucional prostituyendo el Estado de Derecho. Por el contrario de forma incoherente, con sus supuestas responsabilidades, refrenda leyes políticas, muchas de ellas, contrarias al derecho natural y de muy dudosa o total inconstitucionalidad, y de forma totalmente negligente ignora u omite sus responsabilidades como garante de la Carta Magna, de la Unidad Nacional, del Derecho Constitucional o como jefe de las FF.AA. No pasa nada.

Tenemos Presidentes de Gobierno que hacen y deshacen como les vienen en gana cuando les vienen en gana, destrozando a la Nación, contra el interés general, contra la Constitución, cediendo soberanía de todos a los nazis antiespañoles o promulgando leyes que incriminan y penalizan a la Nación para que se forren algunos de sus afines, socios o poderes fácticos. No pasa nada.

Tenemos gran parte de instituciones del Estado ocupadas por nazis y nazionalistas proasesinos, unos, muy radicales otros y bastante radicales los demás, con el único denominador común del odio a España y a sus contribuyentes, con un permanente empeño por desmantelarla. Mientras mueren policías y civiles y se detienen a los ‘empleados’ del crimen que sustenta al nacionalismo, este sigue cobrando, mangoneando, desafiando al Estado y compartiendo mesa y mantel con el resto sus colegas de la gran ‘familia’ política que revienta, humilla, somete y explota a la Nación que les paga para ser servidos por todos ellos. No pasa nada.

Tenemos miles de ayuntamientos donde la única ley que se aplica es la de los pequeños y ridículos caudillitos con su patético autoritarismo, su premeditada carencia de servicios que justifiquen sus riadas de individuos uniformados y armados ejerciendo de multadores a sueldo, en una grotesca suplantación de la policía municipal. Pero nadie multa, denuncia o impide una corrupción galopante en infinidad de esos ayuntamientos y autonomías -y a saber-. En algunos se detienen, interrogan e imputan a funcionarios y cargos políticos, pero increíblemente sus partidos vuelven a incluir a muchos de ellos en sus listas electorales. No pasa nada.

Tenemos el Estado ocupado por negligentes, omisos y fueras de la ley, pero nuestras FSE cumplen órdenes de esos ‘fuera de la ley’ protegiéndolos de la honradez ciudadana y librándolos de la justicia, en lugar de cumplir con el deber de proteger al ciudadano que les paga, de las agresiones de estos. Nuestras FF.AA están bajo el control de esa clase de ocupas del Estado. Los servicios judiciales acosados, mediatizados y puntualmente controlados por los ocupas, los acatan y aceptan sus leyes criminales para ‘impartir justicia’, junto a las FSE. No pasa nada.

Tenemos, en fin, una gran ciudadanía atrapada, enfrentada y desarticulada, bajo el férreo control y represión de la casta política malversando el poder soberano de sus víctimas y los instrumentos de su propio Estado, pagado y mantenido para que esto no pueda ocurrir. Atrapados bajo políticas ilegales para intereses bastardos. Cuando se vive en un país que se miman a los terroristas, que encabeza el consumo de drogas y el fracaso escolar, puede ser natural que el Estado sea criminal, que gran parte de sus regidores sean criminales, que sean votados por sus víctimas, que se persiga la honradez y el trabajo, que sea vendido ante el mundo como democracia moderna y boyante y que no pase nada...de momento. Si el traidor gana las próximas elecciones, ojalá y Dios nos coja confesados.


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