domingo, febrero 24, 2008

Hace bien no pidiendo perdón. No hay paga ni perdón para los traidores




No quiero que pidan perdón. Ya es demasiado tarde para perdones ni para contemplaciones. Que paguen cada uno de sus delitos. No hay perdón ni para los terroristas, ni para los traidores. Nos insultan cada vez que señalan a sus víctimas como culpables de sus propias maldades, con total desfatachez y desvergüenza.

Es típico en gente de su calaña. Estamos acostumbrados a verlos en los juicios, con actitud ofensiva hacia sus víctimas. Mostrándose agresivos y groseros con el tribunal, intentando llenarse de razones, tras sus asesinatos sobre inocentes, en una huida cobarde hacia ninguna parte. Igualmente vemos a sus valedores en sus mítines, adoptando los mismos modos y agresividad verbal, llamando mentirosos a los que sufren las consecuencias de sus mentiras. A los que sufren las consecuencias de sus crímenes. A los que sufren las consecuencias de sus delitos. De su maldad manifiesta y de su ineptitud inevitable. Claro que se niegan a pedir perdón. Eso sería reconocer sus delitos. Eso sería mostrar algo de ética, moral, dignidad... Eso asombraría a propios y extraños, ya que de tener algo de ética y dignidad no actuarían como miserables y hace años que se habrían entregado a las FSE y puestos a disposición judicial para purgar sus crímenes, dejando de infringir daño a la nación, con la saña que lo hacen.

Pero no. Ahí andan pavoneándose vendiendo España a los nazis, ventajistas y proterroristas, con los que se asocian y dispensándonos autoritarismo humillante como a súbditos vasallos o mofa y menosprecio como a imbéciles. Viviendo en el despilfarro y compra de voluntades y silencios, mientras nuestros hijos están hipotecados por largas décadas que pagarán a sus corruptos. Acusando a la ciudadanía, a las víctimas, a la oposición...de su indecorosa conducta inmoral, típica de barriobajeros de arrabal. Acusándolos de sus propias miserias y maldades, agitando a sus turbas de fanáticos contra ellos, ante la absoluta imposibilidad de presentar proyecto político alguno, por las insalvables dificultades intelectuales y morales, que esto les supone. Solo les queda la vía ya sobreexplotada en sus cuatro años de holganzas, intrigas y crispaciones, entre delito y delito, y mentira y mentira, hasta dejar al estado hecho unos zorros y a España hundida anímicamente y la nación destrozada, enfrentada y sin ley, ni justicia, ni orden constitucional, ni nadie que se responsabilice de nada. Un maldito erial, de tierra quemada, donde solo ellos campan a sus anchas, mientras las leyes políticas contra derecho, arremeten abusivamente contra sus víctimas y contra los que los critican, derrochando nuestro poder y recursos en comprar apoyos electorales, con el esfuerzo de nuestras familias hundidas en la inflación y en sus hipotecas, y en el expolio regalado a sus votadores con leyes criminales, a la vez que corroen al estado, arrollando todo aquello que huela o simbolice algo de patriotismo, honradez o civismo.

No quiero que pidan perdón por nada. Son lo que son y cualquier actitud de dignidad sería tan falsa y tan mentira como toda su existencia. Les exijo que se rindan y se entreguen. Que abandonen inmediatamente mi Estado y dejen de profanarlo con sus miserables chanchullos y con sus miserables nazis y pandilleros. Quiero que cada mañana sean sacados de sus celdas esposados y conducidos por funcionarios de prisiones, en furgones escoltados por la Guardia Civil y puestos ante un juez para que declaren, durante los meses o años que sean menester, todos y cada uno de los graves y abundantes delitos que han cometido contra la Nación, contra su legalidad constitucional y contra el Estado, destacando de entre todos los demás, el de alta traición.

Son fueras de la ley y como tales no se les puede consentir ocupar las dependencias que el ciudadano mantiene a través del Estado para garantizarla. El Estado no puede ser ocupado por delincuentes, mentirosos, traidores e ineptos. Hay que impedirlo con la ley en la mano. Ni los votos ni las alianzas legitiman a los criminales, por muchos que obtengan. Que la ley del pueblo caiga implacable sobre todos ellos.

Esta canalla quiere tensión y dramatismo. ¡Démosle drama hasta que les salga por las orejas, mientras huyen hacia cualquier frontera! Se encuentran muy seguros parapetados tras el desmantelamiento de la separación de poderes y la sumisa subvención, regodeándose en su impunidad. Hagámosles ver que la ley es el pueblo y que a esa ni se compra ni se adoctrina. En Georgia lo demostraron y en Ucrania también. En Rumanía, además, estuvo la cosa más acorde con el sistema de ‘tensiones’ y 'dramatismos’ implantado aquí por el traidor

Como muy bien recordó el Sr, Tamames, hace unos días, Mussolini acabó colgando de los pies, cabeza abajo, en la Plaza del Duomo, en Roma, por TRAIDOR que vendió a Italia. El sistema fue amañado para eludir a la justicia, pero el pueblo no. Se puede perdonar a mil delincuentes, pero jamás a un solo traidor.

Los que utilizan el estado de todos, pagados por todos para traicionar, mentir, engañar y desamparar a todos, privilegiando a los que les votan y les bailan el agua, vendiendo a la Nación, solo son ratas miserables y solo como tales ratas miserables deben ser tratados.

Clandestino

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Exacto. No es necesario. Con que vaya a la cárcel basta.

Caballero ZP dijo...

Estoy contigo, esta gente es de la que se siente con el derecho a cometer esas barbaridades, solo tenemos que escuchar las declaraciones de Felipe González, respecto a la agresión sufrida por Rosa Diez, le parece mal que se denuncie empleando la justicia.
Saludos

Clandestino dijo...

Hartos.

Primero hubiera sido suficiente con se hubieran ido a su casa. Luego a la puñetera calle. Ahora a la cárcel. ¿Mañana? ¿Qué pasará mañana cuando tensen la situación y el drama se haga realidad de forma irreversible?
Saludos

Clandestino dijo...

Caballero.

El 'machote' Felipe se ha lucido con lo de 'no llorar y soportar la presión sin denunciar'. Este imbécil cree que también los demás tienen que serlo. El no llora ni denuncia los delitos de acoso y terrorismo caleborroca, por tanto nadie debe hacerlo. Cada vez que habla sube el pan. Con lo de los fideos de Rajoy, también se ha lucido. Flaco favor se hace. Seguro que le ha llevado un buen puñado de votos al PP. Claramente si el P(soe) no hace aguas es por el entramado de intereses creados y por la lealtad de los 'difusos'.

Saludos