ZP, ese hombre.

Feministas, SGAE, geys, nacionalismo radical excluyente.

Estos son sus poderes. De ahí manan sus argumentos. Ahí se gesta su “política”. Ahí se forma el talante y la calaña que persigue y acosa, con saña y sin medida, al heterosexual en general y al varón en particular. A todo lo que huela a cohesión social o "rebeldía" ante el atropello "legal".

Estos son los nuevos gravámenes, elevadamente dolosos, para España. Para las sobrecargadas espaldas de la masa explotada e ignorada.


No es justificable ninguna salvajada de ningún gobierno, forme parte o no de ningún programa electoral. Cualquier gobierno está obligado a servir al pueblo, no ha imponerle sus miserias. No ha satisfacer sueños surrealistas de unos pocos.

Hay otros muchos "paquetes" en ese programa que no se "tocan". Algunos ya han sido desechados, seguramente los afectados no formamos parte vital del estado como sí parece que lo son las feministas, la SGAE, el nacionalismo radical excluyente o los geys y lesbianas. Todos tienen un par de cosas en común: su exaltado fervor anti heterosexual, especialmente masculino, y la división y descohesión de la ciudadanía unos, y del territorio nacional otros. El gobierno, del PSOE, da la clara impresión de estar pagando favores por un lado, extorsiones por otro y arreglando sus asuntillos de "familia", por otro, para rentabilizar su gestión, a costa del conjunto de ciudadanos de la Nación.

Están utilizando los medios y recursos del estado, de TODOS, para imponer por bemoles los deseos de ciertas minorías. No se acepta una reivindicación y se propone a debate y captación de opiniones. Se tenía “guisada”, se legisla, se apoya, se patrocina, se promociona, se manipula y publicita con medios públicos, materiales y humanos incluso en programación infantil, con unas prisas tan inexplicables como irresponsables, evitando el acceso al debate de organizaciones y colectivos afectados, mediante la descalificación y desprecio absoluto.

Tienen la desfachatez de convertir en “positiva” un concepto tan inevitablemente negativo como la discriminación. Nos criminalizan a todos los heterosexuales varones, porque hay unos cientos de asesinos y maltratadores, que inexplicablemente se les aplica el código penal de forma sopechosamente blanda. En su lugar se justifica hacer una ley especial que nos trata como asesinos especiales a todos, prácticamente con que una señora cualquiera así lo decida y se lo proponga. Dan derecho de pernada a los señores de la SGAE haciéndonos pagar un supuesto delito que puedan estar cometiendo un número indeterminado de personas. Frente a la, para mí, salvajada de la ley homosexual, finalmente NO tenemos derechos. Así se evitan los molestos debates. Muerto el perro se acaba la rabia. No tenemos unos derechos que siempre tuvimos y que se van a legislar para que SÍ los tengan otros que ni los tuvieron ni les pertenecen, porque diga lo que diga esa señora, siguen siendo nuestros.

¿Estamos pagando los españoles deudas contraídas, por un grupo organizado, para ocupar nuestro estado? Desde luego políticos no son. Está claro que han venido a “aprovisionarse” aprovechando que han sido nombrados guardeses de sus prebendas favoritas. El talante y calaña que ostentan, exenta de clase y estilo que les haga dignos de representar una ciudadanía que sí lo es, asombra mostrando su condición fanática, obtusa y despectiva del tribalismo antisocial e insolidario típico de suburbios de arrabal. Es triste y lamentable que tantos millones de ciudadanos sigan confundiendo eso con socialismo.

Tanto a los de Aznar como a los de ZP, sus electores les votan siempre, independientemente del programa electoral. Los que marcan el relevo de los partidos son una minoría de no más de dos-tres millones, que votan para que pierda el ocupa de turno. Esto supone que en más de una ocasión no gana el partido más votado, sino que las pierde el otro.

Esta legislatura NO la ganó el PSOE ni su programa. Las PERDIÓ AZNAR. Aunque no se presentó a una tercera legislatura, esa minoría votó PSOE para castigarlo a ÉL, por su menosprecio a las reivindicaciones ciudadanas.

A eso hemos de sumar que los electores no votamos lo que queremos sino lo que nos han dejado: o agua y ajos, o ajos y agua... o nada. Una ciudadanía que tira desesperadamente para liberar y modernizar un tren atrapado en un régimen bananero tercermundista conducido por cortijeros que montan sus verdulerías para amiguetes y acreedores, y que se enorgullece de cortar las correas, de ese tren, evitando el destino a la democracia y a la modernidad.

Con programa o sin él fueron legítimas las protestas contra la guerra. Con programa o sin él son legítimas las protestas contra el matrimonio gay. El deber del gobierno es rectificar y someterlo a referéndum o rehacerlo.

Ante la virtud de "pedir" está la de no "dar". Otra cosa es que le dejemos claro, por un medio que entiendan y sea inteligible para ese personal, que no tenemos nada que pedir. Que no tienen nada que dar. Que si decimos NO es NO y punto, y que si decimos SÍ es SÍ y punto. Gestionar nuestros intereses desde nuestros deseos debidamente manifestados es su ÚNICA labor y atribución permitida. Todo lo demás es derecho robado vil y cobardemente.

Sean legítimas o no, las reivindicaciones ciudadanas, se seguirá haciendo uso de toilette con nosotros y nuestras protestas. Así viene siendo. Así se lo venimos permitiendo.

Así lo ha confirmado la vicepresidenta del gobierno. "Respeta" la protesta pero...nada va a cambiar. Deja claro y bien sentado que no reconocerá los derechos de la familia heterosexual, desde un posible delito de abuso de poder inmunizado por su condición de aforada. Tan claro como se lo dejaron a las víctimas de los asesinos nacionalistas. Así lo afirma cuando dice que “no se quita ningún derecho”. ¿No se quita? ¿Ya no lo tenemos? En la “democracia” de “hago lo que me da la gana”, se puede despojar del derecho a millones de personas y decirlo en SU tele pagada por todos.

Aznar nos hizo padecer un generoso muestrario de las miserias de Franco, Stalin y otros muchos ejemplos de tiranos déspotas y radicales sin escrúpulos, incluso del propio bush. Aznar gobernó para su "tribu" y asimilados. Zapatero, o quien sea, lo hacen claramente para su tribu y acreedores, ostentando el mismo muestrario de estilos antisociales y antidemocráticos que tanto criticaran a su antecesor. Para España y la gran masa ciudadana neutral, solo queda el pago de las facturas a cambio del mas absoluto desprecio e indefensión.

Mucho te quiero españolito pero pan poquito.

ZP y su grupo, no están dispuestos a ser menos que Aznar. Hacen un uso “personal” del Estado, muy lejos de sus obligaciones de servicios al mismo, arrogándose el derecho a irrogar y patear a los “desalineados”.

Dan continuidad a la condición de ocupación ilegítima del Estado, por incumplimiento sistemático de sus obligaciones que privan a la ciudadanía del Estado de Derecho que paga.

Han acumulado "méritos" de sobra, durante estos quince meses, como para pedirles que, si de verdad quieren hacer algo por España, disuelvan las cortes y fijen elecciones anticipadas, aparcando leyes y proyectos en marcha, antes de que acaben con lo que queda.

¿O volveremos a padecer los mismos desprecios y vejaciones con la misma indiferencia irresponsable otra vez? ¿Tres años soportando esta falta de aire?

Quizás fuera bueno homenajear al pueblo georgiano. Ejemplo de como ejercer el derecho a legítima defensa con contundencia y alto contenido de dignidad, conciencia y valor. De como explicar a los ocupas como se gestionan los servicios de un pueblo que sabe lo que le corresponde a cada cual.

"NO GENERA VIOLENCIA EL QUE DEFIENDE SUS DERECHOS SINO EL QUE SE LOS ARREBATA"

Pásalo.