miércoles, septiembre 21, 2005

El talante de ZP, cepo para inocentes.

“El hermoso consuelo de encontrar el mundo en un alma, de abrazar a mi especie en una criatura amiga”. F. Hölderlin



Efectivamente el talante de ZP no es mas que un truco donde quedan atrapadas gente ingenua y de buena fe. Pero ZP tiene de socialista tanto como de obispo. El PSOE es tan socialista como un banco o como la estatua de D. Pelayo en Covadonga.

Es frecuente ver como los partidos se apoderan, mediante siglas y buena labor de márketing, de las ideologías de la buena gente para captarlos y explotarlos como cuotas de mercado político. Mercadean con las personas y sus ideologías hasta la división, fanatización, enfrentamiento y ruptura social. La gente termina olvidando su cualidad de librepensante para identificar y administrar su ideología política y coherencia social, delegándola a un individuo o pequeño colectivo que lo manipula, y clonándose a ellos bajo una lealtad irreductible. La mayoría "piensa" a través de su líder ideológico. No se le exige coherencia entre sus tesis ideológicas y sus actuaciones. Todo lo que hacen-dicen está bien y eso es lo único posible.

Desde esa manipulación acantonada en una lealtad incondicional de adeptos fanatizados, con mas de sectarios que de ciudadanos libres, navegando sobre la mas absoluta irresponsabilidad, germina la división e insolidaridad como objetivo político, anteponiendo los intereses de partido muy por encima de cualquier aspecto democrático o derechos puntuales. Podemos observar como la constitución ya no sirve ni para objeto decorativo. Desde ese caos se ha convertido al Estado en una lonja de mercaderes y gitaneo donde la estafa, el engaño y la amoralidad son las mercancías mas valoradas. De ser el conjunto de órganos de gobierno por los que se rige la nación, pasa a ser la estera de los golpes de terroristas y rencorosos, iluminados, héroes de la reconquista de sus terruños y asquerosos negreros.

El poder a cualquier costa, como objetivo, como único valor, como única ley.

Pero ¿Qué pasa con los que solo queremos ser demócratas sin alineamiento político? ¿Con los que pagamos por un Estado democrático fuerte, muy por encima de todo lo que se mueve dentro de él, responsable y al servicio de la Nación? ¿Cuantas veces tendré que votar PP para que pierda PSOE y viceversa, mientras ambos permiten el desmantelamiento del Estado por aquellos que pagamos para garantizar su poder y cohesión que nos ampare a todos por igual?

En una democracia de verdad tienen cabida y compatibilidad todas las ideologías y formas de pensamiento y convivir en armonía. Solo hace falta una ciudadanía valiente que le pare los pies a las hordas de ignorantes, amorales, avaros y corruptos que impiden el respirar. Que asesinan la vida cada minuto exprimiendo nuestras ilusiones como un limón solo para meter unos euros más en sus arcas.

Rajoy no ha gobernado desde el Estado. No puedo dudar de su honestidad, pero es algo bastante escaso en España y ausente total en nuestra política. No olvidemos que la omisión ante el auxilio, el delito o daños por irresponsabilidad o ineptitud es una de las más deplorables formas de complicidad.

No puedo entender que en una Nación de cuarenta millones de almas no se cuele una decente en la política. Una que se comprometa, y cumpla, a limpiar la administración de corruptos, vagos, vividores y sinvergüenzas, que elimine el lastre, y que instaure la democracia en España de una vez y para siempre generando los mecanismos para que la conviertan en impenetrable para la escoria que ahora nos intoxica la vida. Esto le permitirá reducir los impuestos a la mitad y doblar las inversiones públicas, además de ser el primer país del mundo en tener un gobierno honesto, responsable, inteligente y sensato.

Si de verdad es honesto y de verdad quiere, no es fácil, pero si se lo propone puede conseguirlo. Sobre todo cuando la ciudadanía sepa que se puede fiar de él y le apoye mayoritariamente. Debemos pensar que la mayoría ciudadana es decente. Que apoyaran cualquier iniciativa decente. Naturalmente ahora a una mayoría hay que convencerla después de tanto timo.

¿No hay nadie que frene este bandidaje? ¿Que saque a esta delincuencia del estado? ¿No hay jueces que ejerzan su derecho y deber a sentar jurisprudencia y anule o cancele leyes especiales para encubrir o inmunizar a esta canalla? ¿Que no tengan que patear los valores, la ética y moral de la gente para satisfacción y recochineo de unos cuantos terroristas, nacionalistas o degenerados?

Que derribe las bodeguillas de los cortijeros, los pedestales de la prepotencia donde gusta subirse a los necios e iluminados, y que corte las correas a todo aquel que en lugar de usarlas para tirar del carro se acomoden dejándose arrastrar por el esfuerzo de los otros. Que no queden látigos ni obstáculos para el que trabaja y produce. Que deje de perseguirse la honestidad y la dignidad. Que el delito dentro del estado sea doblemente perseguido y castigado que el equivalente civil. Que derogue la montaña de leyes y normas emitidas para eludir la justicia desde el Estado. Que desinfecte al Estado y a la Nación de tanta podredumbre.

Que sepa que los errores se perdonan y se pueden entender. Pero no la burla de la estafa y la mentira.

Que sepa y tenga muy claro que gobernar es servir y no lo contrario.

Luego que cada uno filosofe como quiera y se afilie con quien quiera y predique lo que quiera. Como socialista, comunista, verde, azul o enólogo catador.

Pero el derecho y el Estado, el Estado de todos, que no lo manosee ni Dios.

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