viernes, febrero 01, 2008

LA CORRUPCIÓN POLÍTICA Y EL AMOR A LOS PARTIDOS

N.Maquiavelo sXV-XVI




Son numerosos filósofos, intelectuales, historiadores o estadistas, los que muestran numerosas vivencias políticas y sus consecuencias sociales, de muy diferentes y distantes épocas de la historia de la humanidad, que describen detalladamente pasajes de nuestra historia actual, con asombrosa exactitud, desde el sV a. de c., a nuestros días.

De entre ellos destaco estas reflexiones de Nicolás Maquiavelo, por su ajustada semejanza con la dramática situación que atraviesa España, traicionada y vilipendiada por las agresivas políticas, o lo que sean, de Z, contra la nación, contra el estado y contra su legalidad constitucional.



“En un gobierno corrompido no es posible hallar entre los ciudadanos ni unión ni amistad, a no ser entre aquellos que son cómplices en alguna perfidia. En una ciudad mancillada con tales desórdenes, las leyes, los estatutos, los mandatos civiles, siempre fueron y serán ordenados, no ya según el bien público, sino de acuerdo a la ambición de aquel partido que haya permanecido superior a los demás.”
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“En un gobierno corrompido, puesto que en todos se hallan extinguidos la religión y el temor de Dios, el juramento y la fe dada rigen solamente en cuanto son útiles; de lo cual se valen los hombres, no para observarlos, sino como medio para poder más fácilmente engañar; y cuanto más fácil y seguro resulta el engaño, mayor gloria y alabanza se adquiere. Por ello los hombres nocivos son alabados como industriosos y a los buenos como a tontos se les critica.”

“En los gobiernos corrompidos, los jóvenes son ociosos, los viejos lascivos y cada sexo y cada edad están llenos de malos hábitos; a lo cual las buenas leyes, por estar ellas mismas minadas con las malas costumbres, no ponen remedio.”

“De tal corrupción nace aquella avaricia que se ve en los ciudadanos, aquel apetito, no de verdadera gloria, sino de honores reprobables, del cual derivan los odios, las enemistades, los sinsabores, las sectas, que a su vez generan la aflicción de los buenos y la exaltación de los malvados, porque los buenos, confiados en su inocencia, no andan, como los malos, en busca de quienes les defiendan y honren, tanto que, indefensos y sin honor, caen en la ruina.”

“De este ejemplo de corrupción nace el amor a los partidos y su potencia, pues por avaricia y ambición los malos, y los buenos por necesidad, la siguen; y lo más pernicioso es ver cómo, con un piadoso vocablo, hacen que los móviles de esos partidos, sus intenciones y sus finalidades, aparentan ser honestos.”
“De tal corrupción nace que las disposiciones y las leyes, no para la pública, sino para la propia utilidad se dictan.”

“De tal corrupción nace que las guerras, las paces, las amistades, no para gloria común, mas sí para satisfacción de unos pocos se deliberan.”

“En una ciudad mancillada con tales desórdenes, las leyes, los estatutos, los mandatos civiles, siempre fueron y serán ordenados, no ya según el bien público, sino de acuerdo a la ambición de aquel partido que haya permanecido superior a los demás.”

NICOLÁS MAQUIAVELO, La mente del hombre de Estado, seleccionado por Gherardo Marone. Editorial Leviatán, Buenos Aires, 2005.

Fuente: El magnífico blog de Jesús Nava, MUNDO LIBRE DIGITAL

3 comentarios:

El Cerrajero dijo...

Maquiavelo era un bebé de teta al lado de lo que hay en el (des)gobierno del P$o€.

Clandestino dijo...

Hola cerrajero.

Nicolás Maquiavelo fue un hombre muy polifacético y tremendamente inteligente. Fue diplomático, escritor, consejero, estadista, filósofo y un patriota amante de su Florencia natal. Su controvertida obra 'El Príncipe', es una referencia de la política moderna.

Conocía todas las causas y erfectos de la política, por tanto también utilizó su agudo y afilado intelecto para sacar ventajas tanto en situaciones favorables como desfavorables, sacando siempre partido a la verdad, la mentira, la hipocresía, la religión, la amistad, la virtud, etc., etc. Llegó a ser ambicioso, astuto e implacabla, pero ejerciendo un control de todos los asuntos desde su gran inteligencia y los abundantes conocimientos adquiridos a traves de sus diversas actividades políticas y literarias, desde las que legó parte de sus conocimientos, válidos y positivos en su mayoría. El ambicioso palurdo, estúpido e ignorante, del Zapatero no le sirviría a Maquiavelo ni para llevarle el botijo.

Saludos

Caballero ZP dijo...

Hombre de Zapatero no podemos decir que sea astuto, lo demuestra continuamente.
Saludos