miércoles, mayo 14, 2008

¿Dónde está el estado?



La justicia que pagamos y exigimos, el estado la niega. Nuevamente un agente de las FSE, paga las cuentas que la omisión cobarde y negligente del estado, carga a sus víctimas.

La Guardia Civil sigue siendo el blanco fácil para los perros mal domados nazis vascos, pupilos de nueceros y acogidos por el estado de ZP, que no de los españoles, aunque lo paguemos a precio de oro y sangre.

Casas cuartel con familias viviendo acuarteladas, hacinadas en condiciones precarias, casi inhumanas, en habitáculos poco más amplios que un zulo y sin un mínimo de movilidad y espacios lúdicos con un perímetro de seguridad. Ahí sobreviven hacinados y a veces asustados, mujeres, niños y hombres 'tirados' por el estado, desamparados por el estado y olvidados por el estado. El mismo estado que legitima y acondiciona a sus asesinos en las instituciones de perseguirlos, nacionales y europeas, con mejores condiciones, estatus y sueldos que sus victimas. El mismo estado que se conduele y se vuelca con las necesidades humanitarias de un miserable multiasesino.

Un estado para el que el vil asesinato de agentes de las FSE, o de civiles inocentes, a manos de la organización terrorista estatal, que no marginal, no son mas que simples accidentes. Un estado a día de hoy muy semejante al montón de escombros en que ha quedado convertida la casa cuartel de la Guardia Civil de Legutiano, bajo los efectos de la bomba asesina de la izquierda nacionalista.

Esa es la verdadera foto de lo que queda de la España hundida en el lodazal de la memoria histórica de ZP y sus secuaces. ZP y los 'arrimados' de Rajoy. Aún la veremos mucho más destruida, si alguien no hace justicia, y pronto, con los asesinos nacionalistas, y todo su entorno desde HB a PNV pasando por ERC e IU y acabando por el desgobierno traidor de ZP, en pleno.



No es casualidad. Asesinaron a un socialista, que ayudó a su victoria electoral. Ahora lo hacen con un agente de la Guardia Civil, para forzar la continuidad de su rendición, dada su sobradamente conocida cobardía de traidor antinacional y antidemocrático.

El estado no puede seguir siendo un cubil para ratas asesinas y criminales. Con la Constitución en la mano, cualquier poder del estado, civil, judicial, policial o militar, o en su defecto el de la soberanía popular, está en el ineludible deber de impedirlo, por todos los medios disponibles al efecto y contra todos los que se opongan.

Si España tuviera un Jefe de Estado cumpliendo sus deberes constitucionales, Un Jefe Supremo de las FF.AA -que las mantuviera bien formadas, equipadas y debidamente alejadas de las manazas de los traidores y nacionalistas enemigos del derecho- un T.C., y una Justicia independiente, ya hace años que habría ordenado a las FSE el desalojo de todos los cómplices de los asesinos, de todas las instituciones del estado, Moncloa incluida, y suspendido algunos autogobiernos autonómicos, hasta recibir garantías de lealtad a la nación y a su legalidad democrática, por parte de estos. Se habrían evitado muchas muertes inocentes -y las que inevitablemente seguirán produciéndose- y la explotación y sometimiento de una nación a manos de sus asesinos y de sus protectores o patronos beneficiarios, nazis y nueceros, de distintos gobiernos, tanto central, como autonómicos y municipales, en los que la traición, la omisión, la corrupción y la podredumbre campan a sus anchas, sin limitación, cortedad ni disimulo.

Ninguna nación que se precie puede mantener un estado para que sirva a sus enemigos y se ensañe contra ella misma, pero muy especialmente y bajo ninguna circunstancia ni pretexto, puede someterse al cruento rito de ser obligada, por su propio estado, a suministrar las raciones de sangre para sus asesinos y a satisfacer la avaricia, exigencias y humillaciones de los promotores -de esos asesinos- que militan en el hampa institucional nacionalista, para que perdonen algunas vidas, a cambio de que los traidores aseguren poltronas con la condición de servirlos.



Ninguna nación, bajo ningún pretexto ni circunstancia, puede permitir que su estado sea condicionado por el hampa criminal al que está obligado a perseguir. Por el hampa que controla y gestiona las rentas del delito contra la nación, e impide cualquier posibilidad de justicia y desarrollo democrático del estado o desde él. Por el mismo que financia el fin de la nación, con el expolio a la propia nación, sirviéndose de los electos que reciclan el voto dándole formato de escudo para su impunidad criminal.

Ninguna nación puede consentir que su estado de su propiedad, de cobijo en sus instituciones, a los asesinos y desampare a sus víctimas. No puede permitir que sus asesinos tengan más derechos que sus víctimas. Que tengan más derechos, seguridad, libertad y amparo, que los agentes que los han de combatir.

Ninguna nación digna y decente, pagaría un estado para que legalice el despojo de sus derechos, la negación de la justicia y permita o negocie su vulnerabilidad sometiéndola al hampa criminal. No puede dejarse avasallar por los capataces y esbirros del crimen, a la vez que les paga como sus servidores.

¡¡¡NOOOOO!!!

¡Solo muertos!

Clandestino

2 comentarios:

Caballero ZP dijo...

Hay que recalcar una cosa, cada atentado que se cometa es responsable directo el gobierno Zapatero por su pésima política antiterrorista que no ha existido, recordemos que incluso se avisaba a los terroristas de que iban a ser detenidos para que huyesen. Además seguramente este y otros atentados que se cometan, estarán financiados con los impuestos de todos gracias a que el gobierno metió de nuevo en las instituciones a Eta y después se ha negado a echarlas.
Descanse en paz Juan Manuel

Clandestino dijo...

Así es Caballero.

Cuando me refiero al Estado, realmente implico al gobierno, ya que el estado como tal es el conjunto de órganos de gobierno, cuya eficiacia o inutilidad siempre dependerá de la eficiacia o inutilidad del gobierno que lo gestiona.

ETA estaba practicamente acabada, cuando ZP llegó al gobierno. A partir de ahí revivió y fortaleció, no solo a ETA sino a todos los que tenían algo contra España. Hoy los nazis y proterroristas han trepado muy por encima del estado.

Rajoy está an Babia. Nadie hace nada mientras gobierno, asesinos y nacionalistas, se han tirado al monte definitivamente y están cada vez más fuertes, más agresivos y más insolentes. No sé que va a pasar, pero me temo que sea lo peor, y que sea inevitable. No hay nadie con autoridad política ni moral, para que pare el desastre ya en estado avanzado. Ni el rey, ni la oposición, ni organización alguna militar, policial, civil o política. Ni siquiera recurren en los tribunales europeos contra las leyes inconstitucionales que promulga ZP y refrenda el Jefe del Estado.

El T. C. que era lo único que les quedaba por controlar, ya lo están mangoneando. Ya no somos un estado de derecho. La esperanza democrática ha muerto.