Lo único que impide a Zapatero cubrirse bajo palio es su condición de ateo. Pero el oro y el poder no tienen religión. De siempre los lemas de esta clase de individuos es: "Conmigo o contra mí" y "Pan para mí y hambre para el que no pueda".
No creo que pueda llegar a perder votos por sus actitudes absolutistas con claro tinte zafio y vulgar de bananero. Todo lo contrario, su estilo y falta de escrúpulos ha creado una forma de "gobernar" que "acondiciona" una espléndida y amplia zona, donde se da cabida y logística a un amasijo de colectivos, formados por personalidades y personajillos de distintos pelajes y procedencias, mal vistos o rechazados en el hábitat legal, democrático y cívico de nivel exigible a una sociedad cívica, honesta y medianamente culta y responsable.
La estrategia consiste en aplicar una táctica a doble vertiente en la que una se refuerza en la medida en que se debilite a la otra. Ensañarse política, social y económicamente, con los votos "enemigos", hundiéndo sus valores y derechos en la indefensión y el desprestigio, hasta rozar la ilegalidad de su existencia. Es decir con la gente decente y honrada, con la familia, con los católicos, con los justos, con los que tienen dignidad, con los solidarios, con los que tienen principios y valores, con las víctimas del terror, con los amantes del trabajo, de la paz y la convivencia justa, cívica en el derecho y
la igualdad democrática, difícilmente corrompibles. Con cualquiera que reproche sus traiciones, sus delitos de Estado o a sus socios, o acólitos, o terroristas o delincuentes de distintas índoles, procedencias y color de guantes.
Una vez bien controlados y desprotegidos estos colectivos, ya es miel sobre hojuelas conseguir la incondicionalidad del resto de colectivos, complaciendo a cada uno en sus sueños y deseos, sustituyendo las referencias éticas y morales, tradicionalmente impulsadas desde el Estado, por la legitimación institucional de formas de delito, de amoralidad y prepotencia, mediante prebendas y facilidades a través de omisiones en la legalidad democrática, o a través de la propia legislación.
Dar la vuelta a la tortilla, elevando y encumbrando la anti-social degradación marginal, y hundiendo las cualidades mas inherentes al ser humano, como señas que le distingue de las bestias, usando los recursos y aportaciones de todos, en clara discriminación positiva hacia unos y arremetiendo contra otros.
Son muchos los beneficiados por los trapicheos y estrategias de estos murciantes. Es muy probable que gran cantidad de votos "naturales" del PP, sean acaparados por el PZ (partido/a de Zapatero, que ni socialista, ni obrero, ni español), teniendo en cuenta las mayores facilidades, de este, para la especulación y el mayor sometimiento y represión a las clases trabajadoras, al anular totalmente la escasa actividad sindical que quedaba.
La clara parcialidad legal practicada con determinados sectores de la delincuencia terrorista, también les reportará beneficios electorales, así como en el ambiente artístico-intelectual dada la generosidad en la legislación sobre intereses de la SGAE, o en el colectivo homosexual, o en el nacionalismo, o en la inmigración, o en el feminista, o el muy especial servicio del Estado al servicio del separatismo vasco y catalán, hasta rebasar los deseos y reivindicaciones de los propios nacionalistas. Sin olvidar el considerable y nada despreciable paquete de votos que reporta el amplio colectivo de
delincuentes "libres". O de ese semi impune, semi inmune, semi clandesatino mundo de la gran corrupción fuertemente engastada en el Estado. En el mismo Estado del que se nutre la política local, regional y nacional. Tampoco debemos olvidar la España estratégicamente "subvencionada" como se llama ahora a la compra de voluntades, omisiones, corrupciones, traiciones, amordazamiento y servilismo "hasta la muerte", entre alguna que otra actividad que aparente y justifique la "bondad" de alguna asociación con función propia de ONG. Como se puede apreciar, todos ellos colectivos agraciados con la premeditada discriminación negativa de otros, que no les va a influir en nada las carencias éticas o morales de Zapatero, a la hora de votar. Muy por el contrario, algunos, solo conservarán su injusto y privilegiado nivel de supervivencia, solo si consiguen que éste gane, a sabiendas de que cualquier gobierno normal dará con sus huesos en la mazmorra.
El PZ ante su evidente y asumida discapacidad política y peor oferta para gobernar, y consciente de que su victoria electoral le dió de rebote, sin querer, decide destruir los pilares y armaduras que sostienen y dan cohesión a la sociedad española. Una vez rotos y fragmentados bucea y contamina con sus miserias las almas enfermas y enfermables, apoyado por sus adeptos y con todos los recursos de todo un estado en sus manos. A los incorruptos y poco maleables los cesa. A otros los desplaza. Los que se quedan son algo caros pero "seguros". Ya no hay peligro, la España útil y decente esta presa y humillada. La morralla y el hampa pasea orgullosa por las instituciones, con su característico estilo de despectiva mofa y provocación. Zapatero satisfecho, sabe que eso son votos, pues el hampa solo puede disfrutar de su pedantería soez y brabucona, si él vuelve a ganar.
El PZ, ya ha conseguido equilibrar las fuerzas dividiendo al electorado, a la par que ha reconstruido las dos Españas, en exacta réplica de las del treinte y seis. Fragmentación, odios y rencores incluidos. En las encuestas se confirma el empate entre él y el PP, de lo que se deduce que la retirada de gran parte del voto espontáneo del 14-M del 2004, ha sido restituido con la masiva regulación de votos, ecuatorianos, marroquíes y otros, en el 2005. Para ganar las próximas elecciones, le sobra tiempo para justificar la necesidad de regular otro par de millones de votos marroquíes o senegaleses, en el caso de que ya no les quede nada que ofrecerle a los pequeños regionalistas y supervivientes de IU, que actualmente le arropan de forma incondicional. Eso suponiendo que no se produzca alguna dramática situación que se lo ahorre...Las "casualidades" se pueden repetir, sobre todo cuando el elemento apoltronado en su gobierno, da claras muestras de que, para él, España y sus cuarenta millones de almas, solo valen otros cuatro años de poltrona.
"Como sea".
Clandestino
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