miércoles, marzo 26, 2008

Democracias-trampa, que perpetúan a malhechores en el poder.



Basta echar una ojeada a la prensa y leer, oír y ver a los regidores y líderes políticos, para comprobar la triste realidad en la que actualmente las, irónicamente, llamadas democracias, no son regidas por los más capacitados, inteligentes, aptos, justos, decentes, leales u honestos, sino por los que más infringen los derechos fundamentales y por los que mejor manipulan, mienten y estafan.

La estructura de los estados son constituidos por unas apariencias democráticas impecables, en las que no se perciben los múltiples pasadizos, secretos y no tanto, por donde se mina y destruyen sus esencias, una vez copados los poderes desde sus propias instituciones. Son las propias esencias democráticas las que impiden el acceso a su gestión a los más capacitados y con más aptitudes, por más inteligentes y por tanto más decentes y dotados con una considerable carga ética y moral. Las bondades democráticas, constituidas y refrendadas a bombo y platillo, solo son útiles para que lo peor de entre lo peor, de cada nación, pueda acceder a lo más alto de sus instituciones y desde ellas acopiar sus poderes, hasta anularla. Lo más granado y decente será arrollado. Cuando los ocupas se afincan en la cúspide, lo mejor y más granado será acosado y anulado, promocionando y elevando a lo peor, para su sostén y garantías de continuidad. Últimamente podemos observar como bandas sin escrúpulos, están accediendo al poder para destruir el sistema que los encumbró, como forma de perpetuarse en él, con la colaboración directa e inestimable de sus propias víctimas.



Sigmon Freud, advirtió que la facilidad de manipulación de las masas, convertían a la democracia en una falacia, donde la mayoría casi nunca tiene razón. Ya, veintitrés siglos antes, Platón y Aristóteles se ven obligados a contrarrestar la filosofía aparente -planteada para sus hatajos por los sofistas- mediante la ética. Aristóteles advertía de los riesgos de la democracia, al poder ser regidas por oligarquías sofistas o relativistas, en su único interés, asegurando que la auténtica forma de gobierno democrático, era gobernar con la ley. A día de hoy está claro que los “demócratas”, relativistas electos, en lo último que piensan es en respetar la ley, ni en hacerla respetar, según a quien , como y cuando. Se centran en la persecución y desautorización de los valores éticos y en el patrocinio de la desculturización popular. Esto les permite convertir el esfuerzo y honorabilidad del cumplimiento del deber, en una rentabilización de sus intereses oligárquicos, aunando caudales desde diversas vertientes: Beneficios por familias mafiosas, por imposiciones inherentes a su dictadura, cobro por simular democracia, control de medios, control de poderes y convertir la ley en su gallina de los huevos de oro desde su mercado del mangoneo, el privilegio, la explotación y la chapuza. Siendo su principal seña de identidad la implantación e incentivación de la vulgaridad y la ignorancia.



Llegados a un punto, esto genera insuficiencia y absoluta dependencia y lealtad de los más deprimidos hacia sus propios malhechores, en los que ven las garantías de su supervivencia. Una vez que suman sus ‘mayorías’, que les permite dar carácter democrático a sus mas abyectas formas de estafar, dividir, expoliar y traicionar a una nación. En la seguridad de sus poltronas ya no necesitan guardar sus apariencias. La patética escenificación de sus disputas barriobajeras les llevan hasta llamarse ‘cabestros’, entre ellos, o ‘hijos de... piiit’, a los votantes de la oposición.

Imaginar el infierno que están padeciendo los colectivos incapaces de desprenderse de su carga ética y moral, que hacen imposible su alineamiento con los procesos degenerativos de un estado meticulosamente diseñado para su acoso y derribo, en el desprecio, mofa y discriminación -desde el propio estado y todos sus medios y escorias aliadas, nazis y proterroristas incluidos- es superar las más optimistas previsiones de capacidad mental, en el ser humano. Millones de ciudadanos atrapados sin remisión -e indefensos ante la ley política que anula la del derecho- relegados bajo las basuras del muladar de un estado podrido, que justifica su miserable proceder alegando legítimo derecho a defenderse de la honradez, que los molesta y acusa, de los perseguidos en la única culpa de ser incapaces de rendirles sumisión y vasallaje o de delinquir.


Clandestino

Fuente imágenes: botón derecho-->propiedades

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Off topic, con permiso: Tiene usted aquí una mención a su buen hacer. De alguien le lee con agrado y que, casualmente, soy yo.

Anónimo dijo...

Hola, ando off topic, de ronda, para avisarte que tienes un merecido Premio Dardos.
Un abrazo, Martha

Clandestino dijo...

Os agradezco vuestro reconocimiento y confianza, pero mi estado anímico no se encuentra en el mejor momento, para 'festejar', vuestra amable mención.

Estoy un poco desconcertado con un sector de la blogosfera, que inconscientemente, se apuntan a hacerle el juego sucio a ZP, a raíz de los resultados electorales, arremetiendo contra Rajoy y contra sus últimas decisiones, provocando una división enormemente favorable a los que han obtenido una victoria sucia e ilegítima.

Hemos olvidado quien es el enemigo, alistándonos a su rol de suicidio y autodestrucción.