sábado, octubre 13, 2007

El PSOE del hortelano

Ni gobierna ni gobernar deja. Ni quiere a España ni quererla deja. Ni usa sus símbolos nacionales ni usarlos deja. Ni es demócrata ni serlo deja. Ni garantiza la justicia ni impartirla deja. Ni dice la verdad ni conocerla deja.

Es como tener la sensación de estar inmersos en un surrealismo donde la sensatez y la racionalidad quedan sometidos a la perversa voluntad de unos personajes de dibujos animados, con vida propia y que actuan caprichosamente ajenos al guión, pero imponiendose desde la existencia que le garantiza dicho guión. Una pesadilla donde, por igual, los desastres y sus desastrosas soluciones, conviven revueltos en la misma chistera de la fantasía mágica de los milagros. Donde el "mago" no controla qué tipo de "accidente" nos echará encima, cada vez que maquina alguna de sus genialidades producto de su 'delirium tremens', como contenido único en su flipante estupidez.

Tres años y medio soportando, entre el asco y la impotencia, los crímenes del Estado, contra la Nación. Unos de forma chulesca y a plena luz, en el descaro, el desprecio a la justicia y al ciudadano, y con el sarcasmo burlón y prepotente típico del inútil barriobajero cobarde y abusón en su posición de superioridad física y legal. Otros legitimándolos con leyes políticas de claro corte tirano y tercer mundista, que arremeten con total desfachatez contra derechos y contra la justicia. Contra la Nación y su unidad. Leyes bastardas aprobadas por un Parlamento legal e ilegítimo, que además estafa y se mofa del pueblo, que lo sustenta, autodenominándose, democrático. Leyes antidemocráticas, anticonstitucionales y antinaturales, refrendadas por el “Jefe de Estado”, “Símbolo y garante de la Unidad Nacional” y “Garante del Estado de Derecho”. Funciones cuya responsabilidad es claramente contradictoria con sus actuaciones. Algo no encaja. O nos toman el pelo convencidos de que somos idiotas, además de cobardes; o es una larga y pesada "broma" de cuatro dramáticos años de insoportable e interminable sufrimiento, solo posible desde la traición, el colaboracionismo interesado y la compra de silencios y omisiones, ignorando, ninguneando y desoyendo las llamadas y denuncias de las dramáticas consecuencias de su inmoralidad.

Pero no acaba ahí la cosa. Esta pandilla de impresentables, que nos ocupa, es insaciable y de inagotables recursos para hacer daño desde el ridículo, en la desvergüenza de mentir e insultar al personal, en su inteligencia, y arremetiendo, en lugar de rectificar, contra los que ejercen su derecho a criticar cualquier actuación de cualquier gobierno, como vulgares pandilleros en vulgares ajustes de cuentas. Así para el Sr. Garrido, queda resuelto el desastre de más de tres años de incompetencia, delitos y agresiones a España, con la detención de veintiún terroristas, descalificando a los que sufren sus tarascadas. Pretende pintar más de tres años de negra oscuridad con unas gotas de blanco...poco claro. Y se cree que nos lo creemos. Su conocido, y ya asumido, talante delictivo, agresivo y mentiroso, se despacha a gusto, en una esperpéntica representación fariseica, donde con sus habituales tácticas de crispar, y echar las culpas a sus víctimas, se rasgan sus vestiduras aparentando sentirse ‘decentes agredidos en su dignidad’, acusan al PP de apoderarse de unos símbolos que ellos libremente no usan porque los desprecian, en la misma medida que desprecian a todos los que los aman y respetan, acusándolos de fascista, solo por ello, a la par que privilegian, amparan, negocian, se alían o asocian con la “España serena”, de los asesinos, nazis y fascistas que los rechazan, los queman y se declaran abiertamente enemigos, a muerte, de la Nación a la que representan.

Una pandilla de enemigos, desaprensivos e ignorantes, ocupando los espacios reservados al Gobierno de España, ejerciendo de su más resentido enemigo y rebajándola a su nivel de indignidad grosera, obscena e inmerecida, a cuyo jefe no le tiembla el pulso ni se ruboriza lo más mínimo, cuando insulta a la Nación afirmando que ellos representan lo que es España. ¿Cuándo, hasta ahora, ha sido España una covacha de traidores, criminales, corruptos, negreros y renegados donde, omitiendo la justicia desde el Estado, se da cobijo, en este, a todo lo peor de entre lo peor?

Clandestino

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